¡Seguinos!

Año XV - Edición 268 16 de junio de 2016

Buscar

Género y Derecho: relaciones, crisis y transformaciones

  • Notas

Con la organización del Departamento de Ciencias Sociales, la Sociedad Argentina de Sociología Jurídica (SASJU) y la Asociación Argentina de Sociología (AAS), el 1º de junio tuvo lugar la mesa redonda “Género y Derecho: relaciones, crisis y transformaciones". La actividad contó con la exposición de María Lucero Jiménez Guzmán, socióloga, profesora, investigadora – UNAM, y de Andrea L. Gastrón, profesora de Sociología del Derecho – UBA.

La apertura de la jornada estuvo a cargo del director del Departamento de Ciencias Sociales, Ricardo Rabinovich-Berkman, quien enfatizó: “Trabajar las cuestiones de género es una necesidad”. Acto seguido, la coordinadora Eliana Scassera, docente e investigadora de UBACYT "Las representaciones escultóricas de la Justicia en Buenos Aires", presentó a las expositoras.

En primer término, María Lucero Jiménez Guzmán indicó que el género es un eje de la desigualdad social como lo es la clase social y la etnia. Por este motivo, expresó que “los estudios tienen que hacerse considerando todos estos factores y no solamente la perspectiva de género porque cuando se trata de estudios que desconocen los otros ejes de la desigualdad”, las investigaciones resultan incompletas como cuando se habla de clase social y se deja de lado la perspectiva de género. “Se avanza en algunos aspectos pero otros quedan de lado”, aseveró. Asimismo, desarrolló: “El género, para mí, no es sinónimo de mujer aunque atienda básicamente problemáticas femeninas porque existe una realidad desigual en la que históricamente las mujeres hemos tenido un lugar subordinado y también padecemos procesos muy graves de sociedades descompuestas como la mexicana, como la argentina y como muchas otras en donde somos mayoritariamente víctimas de la violencia”. Por otro lado, enfatizó que “el género no es algo natural como el día y la noche. Es algo histórico y culturalmente construido como las clases sociales”, y agregó que no estamos condenados a vivir en una sociedad dividida en clases o dividida en género entendido desde su perspectiva de desigualdad que no tiene nada que ver con el hecho de que hombres y mujeres podamos ser diferentes en algunos aspectos.

Posteriormente, Andrea L. Gastrón señaló que “para mí hablar con una perspectiva de género implica hablar desde un cierto lugar que tiene en cuenta la posición de sometimiento de las mujeres como colectivo y, además, es hablar desde un lugar muy complejo”. Enfatizó también que es tal la complejidad que implica abordar estos temas, que no se puede hacer desde un solo lugar y esto “sin lugar a dudas convierte el escenario del cual estamos hablando en un lugar incómodo”, explicó. “El lugar incomodo es el lugar de la inseguridad, de la incertidumbre, de las contradicciones y es también el lugar del cambio y del ida y vuelta. Al mismo tiempo, afirmó, hay una tensión entre género y derecho porque mientras el primero es un lugar en donde predominan las inseguridades y las incertezas, el segundo es el lugar de las seguridades, de la dogmática porque el derecho se rige por todo eso, “le tiene horror al vacío”, enfatizó. También, remarcó que es importante incorporar al derecho la dimensión cultural, la dimensión sociológica, la dimensión histórica y la dimensión económica, porque esto al mismo tiempo nos va a permitir mirar al derecho de un lugar crítico. Hacia el final, hizo alusión a que en sus investigaciones observó que no necesariamente el hecho de que haya una jueza mujer implica que va a favorecer a las mujeres partes en los conflictos, ni el hecho de que haya varones implica que necesariamente se va a desfavorecer a las mujeres.