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Año XV - Edición 278 01 de diciembre de 2016

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Francia en un incierto proceso de reforma laboral

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El pasado 16 de noviembre se llevó adelante en Salón Verde la conferencia “Francia en un incierto proceso de reforma laboral”, a cargo de Antoine Jeammaud, profesor de la Université Lumière Lyon 2, y organizada por el Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.

Tras una introducción por parte de Adrián Goldin, director del departamento organizador, tomó la palabra Antoine Jeammaud. En primer lugar, se refirió a la ley “El Khomri”, llamada de esta forma por el apellido de la ministra de trabajo que asumió la responsabilidad de poner sobre la marcha la reforma. Acto seguido, realizó un breve recorrido de las reformas francesas desde el fin del ciclo de reformas más importantes que haya conocido el derecho francés del trabajo: las reformas de principios de la década del 80 con el período de unión de la izquierda tras la elección de François Mitterrand en la presidencia de la República y que realizó el conjunto de reformas más importantes que haya conocido el Código de Trabajo en la historia francesa. Tras las reformas que se produjeron en los inicios de los 80, el derecho francés del trabajo ilustraba lo que se podría llamar un modelo social-demócrata de derecho del trabajo. Se basaba en “la sofisticación del régimen de la relación del trabajo con bastantes disposiciones de protección del trabajador e inclusive de la protección de sus libertades individuales y colectivas y también pensamos en el desarrollo del régimen de relaciones profesionales”, explicó. En 1985 se produjo el primer cambio de mayoría cuando se entró en la primera fase de cohabitación entre un presidente de izquierda y un gobierno de derecha. “Desde entonces siguieron las reformas pero en un ambiente de discurso siempre a favor de una flexibilización de las condiciones jurídicas de uso de la fuerza de trabajo y de contratación. Aunque no se puede decir que las reformas ocurridas en los últimos treinta años fueron todas del mismo signo”, observó. Más adelante, sostuvo que “el mismo proceso se mantuvo tras la elección en 2012 de François Hollande en la presidencia de la república y, después, como había ocurrido en 1981, una elección en la Asamblea Nacional creó una nueva mayoría, mucho menos unida (…) pero con esperanzas de reanudar el hilo de la evolución hacia más justicia social y con la voluntad de concebir como prioridad de las políticas públicas la lucha contra el desempleo”. Seguidamente, relató que “desde 2012, se adoptaron por lo menos 6 leyes que tienen que ver con el derecho del trabajo (…). La más importante del período fue adoptada en junio del 2013, que fue una ley que retomaba el contenido de un acuerdo nacional cupular sobre la seguridad de las trayectorias profesionales y también sobre la posibilidad de introducir algunas flexibilidades en materia de tiempo de trabajo”. Luego, se refirió a un proyecto de ley que finalmente fue aprobado en agosto de este año. “El proyecto de ley suscitó una reacción muy fuerte, fue una reforma conflictiva”, indicó. “Se considera que en adelante el problema no es mejorar el papel de los trabajadores en las relaciones económicas, se trata, esencialmente, de incentivar a más negociación entre las organizaciones representativas”, manifestó. La ley tiene 123 artículos que modifican, alteran o agregan unos 300 artículos del Código de Trabajo y que pueden resumirse en unas 20 medidas en materia de empleo de los derechos en la condiciones de trabajo.

Por otra parte, explicó que Francia tiene un Código de Trabajo desde las primeras décadas del siglo pasado, “tuvimos un segundo Código de Trabajo en el año 73, tuvimos una reescritura del Código de Trabajo, donde se mantienen las normas pero se cambia el discurso, tuvimos una nueva escritura en 2008 y, en adelante, se trata de reescribir nuevamente el Código de Trabajo”, puntualizó.