Foro de Argentina y la Unión Europea ante el cambio climático y la cumbre de Copenhague

• Notas

Ante la preocupación por el cambio climático, Dinamarca fue sede de la 15ª Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP15) del 7 al 18 de diciembre donde se llevará a cabo una reunión de 189 países para llegar a un acuerdo vinculante sobre el cambio climático que permita relevar el Protocolo de Kyoto que expira en 2012. En virtud de ello, el 25 de noviembre en el Aula Magna de la Facultad de Derecho se desarrolló el “Foro de Argentina y la Unión Europea ante el cambio climático y la Cumbre de Copenhague”.

A modo de introducción, el Rector de la Universidad de Buenos Aires Dr. Rubén Hallú, analizó que pensando en el prójimo tenemos la obligación de dejarles un mundo a aquellos que nos van a seguir, sin que quede arruinado, sino que “debemos dejarlo en las mejores condiciones que podamos”, resaltó. Además, comentó que el cambio climático es uno de los temas en los que participan todas las Facultades que integran la Universidad en el convencimiento que es una cuestión que nos incumbe a todos y todas las disciplinas pueden realizar sus aportes.

Seguidamente, tuvo lugar el primer panel sobre “Cambio Climático: Un desafío compartido”, en el cual participaron el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dr. Homero Bibiloni, la Representante Residente Adjunta del Sistema de Naciones Unidas, Sra. Cecilia Ugaz y el Jefe de Delegación de la Comisión Europea en Argentina, Emb. Gustavo Martín Prada.

En primer término, el Dr. Homero Bibiloni indicó que se discute en el mundo una nueva relación desde la política sobre los impactos que han generado los gases de efecto invernadero. En tal sentido, remarcó que esto va a suponer la redefinición de las políticas económicas globales y la redistribución de los esfuerzos y riquezas del mundo. Con respecto a la reducción de emisiones, consideró que debería haber responsabilidades diferenciadas, lo cual debe verse reflejado en las cuantificaciones. Aludió entonces a que otro tema central consiste en cuántos fondos habrá disponibles en el balance de adaptación y mitigación. Asimismo, observó que existe una discusión en cuanto a si el esfuerzo se medirá por capita o no, porque tener una población menor perjudica la situación de país. Finalmente, destacó que el paradigma que Argentina quiere plantear como discusión se vincula con el ambiente, la producción, el empleo de calidad y la inclusión social.

Por su parte, la Sra. Cecilia Ugaz hizo algunas referencias al programa de las Naciones Unidas con respecto al cambio climático y opinó que “tenemos la urgencia de actuar como comunidad internacional para salvar nuestros ecosistemas y la vida humana”. De esta manera, postuló que el programa de Naciones Unidas desde hace 20 años tiene en cuenta el paradigma del desarrollo humano, el cual es más que el crecimiento económico, “consiste en la ampliación de capacidades y oportunidades para que cada ser humano pueda llevar una vida digna, larga y saludable”, expresó. Por lo tanto, aseguró que el cambio climático es un atentado contra el principio de desarrollo humano, que se basa en dos factores: la equidad de oportunidades de desarrollarse plenamente y la sostenibilidad de esas oportunidades. Mencionó, a su vez, que si bien esta generación no ha causado el cambio climático y probablemente ya viene acumulándose en la atmósfera desde la revolución industrial, esta cuestión tiene efectos irreversibles y se trata de un problema global que nos afecta a todos. “Debido a que estamos en patrones de desarrollo que no son sostenibles, debemos repensar ciertos hábitos y alentar que se generen ciertas políticas públicas”, manifestó. Por último, aseveró que el problema de calentamiento global nos tiene que llevar a la reflexión y a encontrar una solución que sea positiva para un problema de desarrollo.

Posteriormente, el Emb. Gustavo Martín Prada identificó al cambio climático no sólo como el desafío ambiental más importante, sino como el desafío político, económico y social que hoy enfrenta toda la humanidad. “Lograr un resultado ambicioso en Copenhague, ponernos de acuerdo en un sistema para los años siguientes, debiera ser la prioridad política económica más importante de nuestra generación, es una responsabilidad intergeneracional”, subrayó. A su vez, advirtió que la ciencia en este sentido es contundente ya que asegura que si el calentamiento global supera los 2 ºC las consecuencias no sólo serán difíciles de sobrellevar sino que también serán quizás imposibles de revertir, aumentará la escasez de alimento y agua, los fenómenos meteorológicos graves y todo tipo de amenazas para los ecosistemas. Instó entonces a alcanzar un acuerdo con base científica que logre limitar el calentamiento global a menos de 2 ºC y no solamente implica que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero tienen que comenzar a reducirse antes del año 2020, significa también que deben disminuir antes del año 2050 a menos del 50% del nivel que tenían en el año 1990. Sostuvo finalmente que el cambio climático sólo puede prevenirse por una acción coordinada de toda la comunidad internacional, el cual resulta el desafío y objetivo de la Cumbre de Copenhague. Para ello, aportó cuatro elementos para el acuerdo: la existencia de compromisos cuantificados para los países desarrollados de la reducción de emisiones y acciones cuantificadas de los países en desarrollo más avanzados para mitigar el crecimiento de sus emisiones; un paquete financiero para ayudar a los países en desarrollo que incluya un acuerdo de financiación que se ponga a disposición de las acciones de adaptación y mitigación; un resultado de estas negociaciones que sean legalmente vinculante, preciso en cuanto a procesos y plazos; y un acuerdo sobre los elementos fundamentales de la arquitectura del Tratado, además de incluir planes de crecimiento poco intensivos en carbono.

Acto seguido, se proyectó un video de la Agencia Europea de Medio Ambiente titulado “Cop 15: El futuro se decide ahora”.

Más adelante, se realizó el panel “Cambio Climático: ¿Por qué debemos actuar?”, en sus dimensiones humana y social, científica y económica, a cargo del Dr. Osvaldo Canziani, Miembro del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, Panel galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2007), el Dr. Vicente Barros, Profesor Emérito de la UBA, Investigador Superior del CONICET, Co-presidente del Grupo II y miembro del Bureau del IPCC y del Dr. Fabián Gaioli, en representación de la Cámara Empresaria de Medio Ambiente (CEMA).

Inicialmente, el Dr. Osvaldo Canziani brindó algunas sugerencias a tener en cuenta en la Cumbre de Copenhague para la delegación de Argentina en particular. En este sentido, precisó la existencia de interconexiones entre el tratamiento terrestre y otras variables ambientales como la diversidad biológica y los problemas del agua. De esta manera, señaló que estamos lejos de satisfacer los requerimientos de agua y que la deficiencia de agua va a exceder en número de 3.000 a 3.500 millones de habitantes entre el 2050 y 2080. Mencionó también el problema crítico del uso del suelo y la deforestación. Por ende, anunció que si la población del mundo sigue creciendo como lo está haciendo, habría problemas de escasez de varios elementos, realzando que existe un punto de no retorno ambiental más allá del cual el exceso de la población destruye las propias rendiciones de bienes. A su vez, hizo referencia a la huella ecológica que consiste en el área que la tierra tendría para sustentarse, es decir, el área que nos produce los servicios y corresponde para una población como la actual a 2.1 hectáreas por habitante. De tal modo, advirtió que existen países que tienen huellas que exceden las 10 y hay otros que están en menos de 1. Recordó entonces que la investigación beneficia la comunidad mundial y que cuando se analiza la globalización de la producción agrícola es fundamental buscar un punto en el cual la mitigación y adaptación adquieran el mismo valor. Para concluir, enfatizó en la ética del cambio climático, considerando tres aspectos del desarrollo: la parte humana, la medioambiental y la económica. Puntualizó entonces que las causas críticas del cambio climático son el tamaño de la población, el sobreconsumo y la falta de tecnologías apropiadas para la producción de productos y servicios.

A su turno, el Dr. Vicente Barros aclaró que el problema del cambio climático se vincula con el sector energético y que para que el planeta no llegue al límite de los 2ºC tendría que haber reducciones de las emisiones muy importantes. Explicó entonces que nuestro planeta está usando el 85% de energía que proviene de los hidrocarburos, lo cual refleja que esta meta de reducir las emisiones es enormemente ambiciosa. Reafirmó asimismo que “independientemente de las medidas de mitigación que son trascendentales, es necesario mitigar para la segunda mitad del siglo y adaptarnos a lo que ya tenemos”. Además aseguró que el cambio climático afectará a todo el planeta, no sólo a nuestra región y producirá modificaciones en el sistema productivo, sobre todo, a los recursos naturales que son fuentes de nuestras exportaciones, por lo cual todo el sistema mundial se va transformando. Puntualizó que las reducciones al 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero implican una enorme transformación tecnológica y estamos en vías de una transformación tecnológica con la biotecnología, la nanotecnología, entre otras cosas y “como toda transformación tecnológica se sabe donde comienza pero no donde termina”, concluyó.

Hacia el final del panel, el Dr. Fabián Gaioli abordó los aspectos económicos vinculados con el calentamiento global y el cambio climático. Describió entonces que el costo de tener que combatir los efectos adversos del cambio climático, podrían llegar a representar el 5% del PBI mundial anual, “lo cual es una cifra muy alta”, manifestó. Estimó necesario asimismo recuperar zonas que han sido devastadas por algún fenómeno climático extremo y que representarían un costo muy importante para la población mundial, como también ir estabilizando la concentración de emisiones con compromisos que permitan ir cambiando la pendiente de crecimiento de las emisiones de nivel mundial. Por otra parte, comentó que el costo de mitigación resultaría del 1% PBI mundial, por lo tanto consideró que conviene mitigar en lugar de tener que afrontar los costos adversos del cambio climático. Describió entonces que China actualmente superó a Estados Unidos como mayor emisor a nivel mundial, por lo tanto instó a que deben tomar medidas y participar de este paquete de compromisos globales, tanto como India, Brasil y México. Para finalizar, analizó que habría un mayor impacto por inacción que por acción; en consecuencia, “no debe retrasarse el desarrollo de tecnologías que permitan mejorar lo que hoy hay disponible a nivel tecnológico, como energías renovables”, postuló.

El último panel se tituló “Cambio Climático: El momento de actuar” e hicieron uso de la palabra el Embajador del Reino de Suecia en la República Argentina, S. E. D. Arne Rodin y la Directora General de Asuntos Ambientales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Emb. Silvia Merega.

En el final del evento, las palabras de cierre fueron brindadas por el Emb. Gustavo Martín Prada.