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Año XII - Edición 212 06 de junio de 2013

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Europa en el mundo: jornada en ocasión de la celebración del Día de Europa

  • Notas

El 9 de mayo se llevó a cabo en el Salón Rojo de esta Facultad una jornada en ocasión de la celebración del Día de Europa. La misma estuvo organizada por la Cátedra Jean Monnet de la UBA y la Delegación de la Unión Europea en Argentina. Moderada por Félix Peña, la jornada consistió en un debate entre un diverso cuerpo de diplomáticos y personalidades importantes.

La fecha en la que se celebra el Día de Europa recuerda la denominada “Declaración Schuman” en la que el entonces ministro francés de asuntos exteriores Robert Schuman dio el primer paso para la integración de los estados europeos al proponer que el carbón y el acero de Alemania y Francia (junto a los demás países que adhiriesen) se sometieran a una administración conjunta. Se impulsó así la creación de la primera Comunidad Europea: la del Carbón y el Acero, origen de la actual Unión Europea.

La Decana Mónica Pinto agradeció la presencia de todos diciendo que “la Facultad de Derecho se siente muy complacida por el evento de esta tarde, por poder celebrar el Día de Europa junto con los embajadores europeos, junto con los amigos de Europa”, y resaltó los profundos lazos de amistad y cooperación con los países europeos y el trabajo conjunto realizado.

Seguidamente, el Embajador de la Unión Europea, Alfonso Diez Torres, sostuvo: “las naciones, los Estados Naciones, suelen celebrar como día nacional el día de su independencia o algún hito que marca su camino hacia la independencia; nosotros, los europeos, al conmemorar el 9 de mayo, estamos conmemorando el aniversario de la Declaración Schuman que marca no el momento de la independencia sino, por el contrario, es una declaración de la interdependencia. Es una Declaración, en cierto modo, para poner límites a los excesos de la independencia o a los excesos de la soberanía estatal, a los excesos del nacionalismo que había conducido a horrores en la historia europea”.

Esta Declaración, publicada hace ya 63 años, marcó el inicio del camino hacia la unidad europea, creando solidaridades de hecho.

Luego, Calogero Pizzolo, catedrático Jean Monnet y profesor titular de la Facultad, opinó que la crisis actual es la prueba de que la Unión ha sido y es una constante y presente lucha a favor de la esperanza. La Declaración propone la unidad para contribuir a la paz a través de la realización de hechos concretos a favor de la esperanza. “Europa ha dejado de ser un continente de guerra para transformarse en un continente de paz”, concluyó.

La primer ronda de preguntas se centró en si la Unión sigue siendo un punto de referencia para América Latina y qué es América Latina para la Unión Europea.

De acuerdo con el ex Canciller de la República Argentina, Jorge Taiana, la Unión sigue siendo un punto de referencia por haberse construido exitosamente bajo la idea de garantizar la paz y el estado de bienestar a través de la participación y el desarrollo. En segundo lugar, opinó que América Latina es cada vez más importante para la Unión porque el mundo emergente está teniendo un creciente protagonismo. Con respecto a la crisis, Taiana sostuvo que la Unión Europea ha superado dificultades anteriormente y se ha logrado expandir exitosamente, sin embargo, su participación en la economía mundial está siendo paulatinamente menor.

El Embajador de Alemania, Bernhard Graf von Waldersee, comentó que lo que se busca en América Latina son socios para manejar la globalización. El mundo globalizado es cada vez más complejo y ningún país de la Unión Europea es capaz de enfrentar los desafíos emergentes por lo que hay que encontrar socios o aliados con valores comunes.

El Embajador de Italia, Guido Walter La Tella, expresó que la Unión Europea es el resultado de un gran diseño político. Indicó que la paz es un valor en peligro, subestimado, por lo que hay que animar una visión histórica. En la Unión se ha logrado mucho a favor de los intereses de los ciudadanos y los valores de democracia, de libertad de expresión, libertad de prensa, de transparencia se han convertido en valores compartidos, frutos del proceso de integración.

Jorge Remes Lenicov, ex Ministro de Economía, sostuvo que América Latina siempre tuvo una visión muy buena de la Unión por haber logrado un proceso de integración, por el crecimiento y desarrollo humano y por haber construido un Estado de bienestar y mejorar la distribución del ingreso. Sin embargo, esta visión se ha temperado por no haber logrado salir de la crisis en 5 años.

Ante la pregunta dirigida al Embajador de la República de Irlanda, James McIntyre, sobre si el país estaba arrepentido de haber ingresado a la Unión, éste respondió que la realidad para su país es todavía muy positiva y que, en los 40 años que lleva como miembro de la Unión, ha experimentado una transformación muy importante.

Seguidamente, se preguntó al Embajador del Reino de Bélgica, Thomas Antoine, si Europa está viviendo una crisis existencial a lo que respondió que el continente está atravesando un tiempo de olvido, de amnesia de la guerra y la tiranía, que fueron gran estimulante para el proyecto europeo. También expresó que el término paz, en su concepción hebrea, significa juntarse, completarse y que el término economía promueve la idea de una gran casa económica. La crisis, opinó en el Embajador, mostró que la gente fue a buscar la solución en el ámbito nacional, traicionando el proyecto europeo.

Lorenza Sebesta (UniBo-Buenos Aires) retomó tres conceptos fundamentales para el proyecto de integración: la igualdad entre naciones, grupos sociales y entre individuos que, con la crisis, están en peligro.

Por su parte, Luca Mezzetti (catedrático de derecho de la UE de la Universidad de Bolonia) puntualizó que el objetivo de la Unión, desde sus orígenes, ha sido crear una comunidad de integración económica. El paso que Europa tiene que dar es ubicar en el centro de sus objetivos a la persona humana, “pasar de la Europa de los mercados a la Europa de los derechos”, opinó el expositor.

“Europa ha dejado de ser un continente de guerra para transformarse en un continente de paz”, concluyó el profesor Calogero Pizzolo.