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Año XXI - Edición 378 01 de septiembre de 2022

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Estereotipos y valoración de la prueba

  • Notas

En el Salón Verde, el pasado 10 de agosto, tuvo lugar el encuentro "Estereotipos y valoración de la prueba”, organizado por la cátedra Sarrabayrouse. Participó en calidad de exponente: Federico Arena (investigador del CONICET; profesor de la Universidad Nacional de Córdoba y de la Universidad Blas Pascal; doctor europeo en Filosofía del Derecho y Bioética Jurídica).

En primer lugar, Federico Arena planteó como punto de partida para abordar la temática el fallo “González y otras (‘Campo Algodonero’) vs. México” de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya que se analiza la problemática de los estereotipos en la valoración de la prueba y la investigación de los hechos. En tal sentido, la Corte evoca una definición del concepto de estereotipo de género: “Son generalizaciones acerca de los rasgos o los roles que deberían asumir las mujeres”. Consecuentemente, dicha noción es adquirida por diversas sentencias y jurisprudencias en las cuales se menciona expresamente de qué manera se puede cumplir con la exigencia de juzgar con perspectiva de género. “Al momento de valorar la prueba debe evitarse la posible incidencia de estereotipos o prejuicios acerca de las mujeres, de sus roles, de sus rasgos”, planteó. No obstante ello, reconoció y criticó la escasa incidencia e impacto de la sentencia en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Aparece en algunos dictámenes de procuradores, pero son casos muy particulares”, afirmó.

A continuación, desarrolló la teoría elaborada por Miranda Fricker, para luego poder puntualizar sobre su argumento: “Fricker sostiene que en la evaluación del testimonio inevitablemente debemos apoyarnos en generalizaciones respecto de cuándo una persona es fiable y esas generacionales las llama estereotipos. Algunos estereotipos son fiables y otros no. Al tener que apoyarnos en estereotipos, sólo debemos hacer hincapié en los estereotipos fiables”. Asimismo, hizo referencia al trabajo de la psicología y las ciencias cognitivas para poder identificar cuándo un estereotipo es fiable. “Estas ciencias dicen distinguir dos modos en que se puede estereotipar: un modo es como generalizaciones acerca de los rasgos de grupos sociales, basándose en raza, etnias, etcétera. A esta forma los denominamos estereotipos por generalizaciones. Y, por otro lado, estereotipos que funcionan como normas acerca del rol que deberían asumir personas que pertenecen a determinados grupos, llamados estereotipos normativos”, manifestó.

Para concluir, resaltó el daño que los estereotipos producen en el razonamiento probatorio. “El razonamiento probatorio está destinado a averiguar la verdad. De esta forma, un estereotipo incide de manera negativa en la búsqueda de la verdad si es falso, si es insostenible”, explicó. Finalmente, sostuvo que la estereotipación impide ver a la persona como un individuo, debido a que dificulta tener una interacción directa con la persona y percibir sus rasgos individuales.