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Año VIII - Edición 145 02 de julio de 2009

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Estado contra mercados: gobernanza global y la asimetría del poder

  • Notas

La conferencia “Estado contra mercados: gobernanza global y la asimetría del poder”, organizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja” y el Centro de Estudios Argentino-Canadienses de la Ciudad de Buenos Aires, se desarrolló el pasado 18 de junio en el Salón de Usos Múltiples del mencionado Instituto. El expositor fue el Director del Robarts Centre for Canadian Studies y Profesor de Ciencia Política de la Universidad de York, Toronto, Canadá, Daniel Drache. Por su parte, el Dr. Jorge O. Bercholc pronunció unas palabras introductorias.

Tras expresar su agradecimiento por haber sido invitado a exponer a nuestra Casa, el Prof. Daniel Drache señaló que estamos entrando en una nueva era porque en la década del 90, en Europa y Latinoamérica, los mercados regían todo y la política era casi inexistente. Aclaró que cuando se habla del gobierno de los mercados se está haciendo referencia a la privatización, desregulación y globalización, encontrándose Argentina en el “ojo de la tormenta”. En ese contexto, agregó, todo lo que tenía que ver con lo económico extraía la energía del discurso político.

A continuación, destacó que, repentinamente, pudo verse la presencia de nuevos actores, lo que fue denominado por nuestro destacado visitante como “opinión pública global”; y, en tal sentido, explicó de qué manera dos personajes emblemáticos como George Bush y Tony Blair pasaron de ser héroes a no ser nada en virtud de la baja de su popularidad entre la opinión pública. En consonancia con esto, se preguntó cómo fue posible que públicos que no estaban interconectados fuesen capaces de cambiar tanto la opinión general en un período corto de tiempo. Para responder, hizo referencia a un nuevo desarrollo relacionado con las tecnologías de la información, básicamente caracterizadas -en contraposición a la radio y la televisión- por el hecho de que nadie resulta un mero espectador pasivo.

El mejor ejemplo, adicionó, es la campaña presidencial de Obama y el análisis de cómo fue capaz de movilizar a toda la gente que lo votó. En idéntica tesitura, subrayó el hecho de que en la última elección la participación aumentó en más de 20 millones de ciudadanos respecto de comicios anteriores. En lo atinente a grandes minorías como afroamericanos e hispanos, señaló que en muchas ocasiones previas no podían concurrir por no estar inscriptos. En razón de ello, resaltó la campaña que efectuó Obama, particularmente en el sur del país, para que se pudieran inscribir los afroamericanos y otras minorías, con el objetivo de obtener el acceso al voto. “La otra parte de la historia es el uso que el actual presidente hizo de las nuevas tecnologías de la información, especialmente a través de Facebook, para convocar a mucha gente que nunca había votado”, sintetizó. De este modo, fue capaz de utilizar a esa red social como una herramienta de organización de la comunidad. Añadió que con la utilización de esos medios, Obama le dio a la población una elección bien clara entre “guerra y patriotismo - desregulación e impuestos más bajos” y “fin de la guerra y reinversión del Estado en la economía y la sociedad”.

Posteriormente, explicó que las nuevas tecnologías van a modificar el comportamiento individual y colectivo y van a afectar a las elecciones en todo país en que la gente tenga acceso a la información. Para ejemplificar, hizo referencia a los recientes comicios llevados a cabo en Irán.

Por otra parte, entendió que la política, en el contexto actual de globalización, tiene que ver con “domar a los mercados” y redirigir la globalización.

En cuanto a Obama, estimó que todos estamos interesados en él como un nuevo tipo de político en la era de la información. Pero aclaró que primero deben examinarse las cualidades que los diferencian de los demás. Entre ellas, reseñó la creación de confianza en el votante; el desarrollo de la desconfianza hacia el capital político; la capacidad de persuasión; y el consenso para generar nuevas políticas, lo cual resulta muy importante dado que el Partido Republicano no quiere que haya mayores cambios.

Hacia el final de su exposición, diferenció la política exterior del actual presidente de los Estados Unidos de la llevada a cabo por su antecesor. “Los tres temas para él son: multilateralismo, alianzas estratégicas y el imperio de la ley”, sintetizó.

Finalmente, expresó que las nuevas tecnologías de la información tienen consecuencias muy importantes tanto para el comportamiento individual como para la sociedad: abre un espacio para el regreso de la política. Del mismo modo, como conclusión, afirmó, coincidentemente con la teoría de Foucault, que estamos controlados por estructuras de comando, pero hay un cambio de la estructura y el sistema a los agentes y los actores. “Al disminuir la deferencia, aumenta el cuestionamiento al orden legal”, finalizó.