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Año XIX - Edición 349 26 de noviembre de 2020

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En el mes del orgullo, hablamos orgullosamente de todo

  • Notas

El 10 de noviembre se realizó el segundo encuentro de este ciclo titulado "En el mes del orgullo, hablamos orgullosamente de todo", organizado por el Área de Igualdad de Género y Diversidad para estudiantes.
En esta oportunidad, se trataron los siguientes ejes temáticos: "Políticas públicas: logros y conquistas"; "Avances legislativos: ley de matrimonio igualitario, ley de identidad de género y ley de cupo laboral trans"; "Próximos desafíos: ley Integral Trans, visibilidad no binarie y lenguaje no sexista".


La actividad contó con la coordinación de Cristina Carreras Lobo, responsable del área organizadora y la moderación de Laura Moses. En tanto, expusieron Martín Testa (cosubdirector del Equipo internacional de estudio e investigación sobre Abordaje socio jurídico histórico y económico jurídico de los derechos de las personas LGBTIQ+ del Departamento de Ciencias Sociales), Carlos Torres (varón trans, docente, activista y militante por los derechos de la diversidad sexual) y Lautaro Lucas Cruz (trans masculino, cofundador de Trans Argentinxs y secretario General de UCR Diversidad).
Para comenzar, Martín Testa afirmó que“este colectivo está precisamente caracterizado por su diversidad, por distintas identidades, pero diferentes momentos, vivencias. En este sentido, uno tiene un agradecimiento enorme en esta lucha a quienes día a día están a favor de la ampliación de los derechos tratando de ver cómo podemos articular políticas y medidas que cada vez sumen más dignidad”.


En esa misma línea argumental, sostuvo que “la cuestión pasa por comprender, y es la idea que quiero traer hoy, que quiero sumar para aportar al debate es la idea de pensar las distintas identidades, las políticas públicas en clave de derechos humanos y de vulnerabilidad”. Y agregó “cuando uno habla de vulnerabilidad, habla de un grupo vulnerable, habla de un grupo desventajado, habla de un grupo estructuralmente en una relación asimétrica de poder, desigual, y cuando propongo la idea de vulnerabilidad, la propongo desde una idea dinámica”.


En relación con lo anterior, planteó que la idea de vulnerabilidad permite pensar en cada caso en particular: “Cuando uno se aproxima a toda la complejidad y la diversidad del colectivo LGBTIQ+ en materia de políticas públicas, hoy en día, también tenemos que animarnos a pensar cómo hacemos para abordarlo. Los principios de Yogyakarta, nos dan esa idea de flexibilidad, me parece que por esa idea tenemos que seguir transitando”.


Finalmente, destacó el valor de la enseñanza a la hora de generar conciencia. “Me parece sumamente interesante en materia de políticas públicas celebrar los avances, pero es importante para generar conciencia, para generar valor, el tema de la enseñanza”, reflexionó y sumó que es necesario pensar “en perspectiva de género, en perspectiva de derechos humanos, en perspectiva de diversidad, cómo los enseñamos, cómo los hacemos realidad en los cursos, en las aulas”.
Por su parte, Carlos Torres realizó un breve recorrido histórico por los avances legislativos de la lucha LGBTIQ+. “La idea de vulnerabilidad nos remite a pensar en un colectivo desde mi punto de vista, no ya minoritario como antes se decía, un colectivo que está atravesado por un montón de necesidades como el resto de las personas. En este sentido, para poder lograr todos estos avances, todas estas conquistas a lo largo del tiempo hubo que poner el cuerpo en la calle, en la escuela, marchar junto a muches compañeres que hoy ya no están y que fueron parte de los logros que hoy tenemos, de las conquistas que hemos logrado”, señaló.


En primer lugar, planteó que en el año 2002 la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) presenta un proyecto de unión civil en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Este proyecto de unión civil que finalmente se aprueba sienta el primer precedente a partir del cual dos personas, ya sea del mismo sexo o del sexo distinto, podían unirse civilmente. Esta ley de alguna manera fue utilizada como herramienta para luego en 2005 poder presentar un proyecto de unión civil a nivel nacional. En este proyecto nacional también pensado por las organizaciones LGBTIQ+ fue otra estrategia que, al ser nacional, al pasar por el Congreso, ya incluía otro tipo de derechos que tenían que ver con la pensión, la herencia, la adopción, la obra social. Derechos que tienen que ver mayoritariamente con el resto de los ciudadanos”, indicó. Luego explicó el proceso que se dio tanto en el ámbito judicial como político y las oposiciones que debieron superarse para lograr la Ley de Matrimonio Igualitario en el año 2010. “Más allá de nosotres, del activismo y de todo lo que se necesita para lograr las transformaciones, hubo también una coyuntura política que permitió y fue permeable y también bregó por las políticas de inclusión y por estas políticas que nos permitieron no solo casarnos sino también portar un documento con el nombre y el género que sentimos”.


A continuación, se refirió a la Ley de Identidad de Género, el avance que representó en tanto reconocimiento de derechos. “En muchos otros países para poder hacer el cambio de identidad de género una persona tiene que recurrir a una serie de revisaciones médicas, de consultas, pericias psiquiátricas. En este caso no, basta que la persona declare por voluntad propia la voluntad de querer hacer el cambio de identidad de género y elegir su nombre sin tener que constatar ningún tipo de hormonización ni operación ni nada por el estilo”, expresó. En ese sentido, también remarcó la función que debe desempeñar la educación en materia de inclusión. “No podemos construir nada si antes no deconstruimos un montón de cuestiones que tiene que ver con la cultura patriarcal, con el sistema que nos aliena, nos oprime cada vez más, nos intenta imponer cuestiones heteronormativas, estereotipos, imágenes. No se puede construir sin antes deconstruir, y la escuela, desde mi punto de vista es la panacea, es el mejor lugar de creación, de producción y de deconstrucción de todo este tipo de estereotipos que nos impone la cultura”, manifestó. Y aludió a la Ley de Educación Sexual Integral: “La ESI ya queda chica, quedó atrasada, anacrónica. En su momento, en el 2006, fue una herramienta muy necesaria y formidable, hoy ya hay que transformarla. Hay que romper el binarismo, hay que deconstruir un montón de estereotipos con la que también fue escrita, pensada, hay que desbiologizar la ESI, hay mucho por hacer en relación con esto”.


Por último, compartió una serie de reflexiones en torno a la Ley de Cupo Laboral Trans y recordó a Diana Sacayán. “Siempre pensó en la dignidad de las personas trans, en la dignidad de las personas travestis, siempre pensó en que era merecedora -al igual que el resto de las personas- de poder acceder al derecho a la salud, a la educación, a la vivienda digna, al trabajo. Personas que son absolutamente estigmatizadas en la vida por la criminalización, por la patologización. Recordemos que en la sociedad existen muchas maneras de normalizar y la discriminación es una manera o intento de querer normalizar y eso está presente en todos los ámbitos de la sociedad mismo en la escuela por lo tanto hay mucho por lo que trabajar”, aseguró. “Los avances y las conquistas legislativas van mucho más rápido que las transformaciones de la sociedad. (...) Tenemos que trabajar en la transformación, en la batalla cultural que tenemos que dar para poder garantizar una igualdad real de derechos”, concluyó.


A su turno, Lautaro Lucas Cruz compartió su experiencia personal y el trabajo que realizan desde Trans Argentinxs. “Es una organización donde acompañamos y asesoramos a infancias adolescencias trans (...). Las adolescencias y las juventudes son quienes nos están marcando el camino a les adultes”, aseguró.


Para comenzar, destacó la relevancia de la Ley de Cupo Laboral Trans: “Ha sido una gran lucha que hemos tenido. (...) Lo que significaba para nosotros era que el presidente entendía la urgencia de la población trans y ahora íbamos a ir por una Ley Integral Trans que habla primero del acceso a una vida digna, a todos los derechos con los que muchas de las personas que no son trans nacen: el acceso y la garantía de poder permanecer en los espacios educativos, la formación para les docentes, para las personas que acompañan les niñes y les adolescentes trans y también un plan de becas para que puedan seguir sus estudios”.


Por otro lado, indicó que la Ley de Identidad de Género permite el acceso al tratamiento de reemplazo hormonal y las operaciones quirúrgicas, pero debe garantizar el acceso a la salud integral. “Muchas veces estos dispositivos que se llaman consultorios inclusivos -mal llamados amigables porque yo no necesito que un médico sea mi amigo, sino que sea un profesional y me respete- son el primer contacto de muchas personas trans con el Estado y entonces tienen que estar preparades”, enfatizó. En relación con lo anterior, recalcó el rol fundamental de los abogados y las abogadas. “Cuando se gradúen para muches de les pibites que nosotres acompañamos van a ser un aliado estratégico o una aliada estratégica para poder realizar su primer contacto con el Estado, poder decir tengo mi DNI porque sí o sí se necesita del acompañamiento de un abogado o una abogada para realizar el cambio registral en el caso de las personas menores de 18 años”, reflexionó y agregó que “eso es algo que también está contemplado en la Ley Integral Trans”. Asimismo, explicó otros aspectos contenidos en el proyecto como una moratoria para que personas trans puedan ingresar al sistema previsional, contar con una obra social y acceder a diferentes prestaciones.


Finalmente, afirmó que “vamos conociendo todos los problemas que van teniendo la población trans –les adultes, las juventudes y las infancias– y tratamos de trabajar en la realidad, también pensar en políticas sustentables, en algo que se pueda efectivizar y a lo que pueda acceder toda persona trans en cualquier parte del país”. Y sumó que “toda medida paliativa es acertada para este momento, pero siempre hay que ir por más, no hay que quedarnos en la comodidad, siempre hay que hacer ruido. Ustedes igual que yo somos jóvenes y tenemos que romper todas las barreras, cambiar y revolucionar esta sociedad”.

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