¡Seguinos!

Año XV - Edición 276 03 de noviembre de 2016

Buscar

Empresas, derechos humanos y pueblos indígenas: entrevista a María Laura Böhm

  • Notas

El Centro de Derechos Humanos convocó a estudiantes de grado y posgrado, graduados y activistas a una charla sobre “Empresas, derechos humanos y pueblos indígenas”, realizada el 17 de octubre en la Sala de Audiencias. En este marco, tuvo lugar una entrevista a María Laura Böhm,doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Hamburgo, Alemania, a cargo del maestrando Julio Anativia Zamora.

Tras la introducción por parte de Martín Sigal, director del CDH, María Laura Böhm hizo alusión, durante la entrevista, al seminario “Grandes Empresas y la violación de Derechos Humanos en América Latina. Factores socioeconómicos y criminogénicos” de la Facultad, el cual ella dirige. “La propuesta no es pensar violaciones de derechos humanos en general y en otros ámbitos, estamos geográficamente tratando de ubicarnos en el subcontinente latinoamericano y esto nos lleva a particularidades como, por ejemplo, grandes violaciones de derechos humanos por parte de grandes empresas”, explicó. Estas grandes empresas pueden ser o no transnacionales, la transnacionalidad les da un tinte diferente en cuanto a sus actividades y el análisis que se tenga que hacer, “pero esto nos lleva también a particularidades en cuanto a lo que se está afectando y en cuanto a lo que están buscando esas empresas, que va a estar muy vinculado a los recursos naturales”. Señaló que lo particular del seminario es que la idea es ver cómo herramientas de la criminología pueden servir para pensar las violaciones de derechos humanos.

Posteriormente, desarrolló que comenzaron a pensar a partir de casos. “Descubrimos que los distintos casos tenían denominadores en común”, remarcó. Así, el entrevistador interpeló sobre su trabajo “Actores e interrelaciones en territorio mapuche, a partir de la actividad forestal de grandes empresas. Provincia de Arauco, Chile”. Böhm, ante esto, reflexionó: “Lo primero es pensar de qué actividades estamos hablando. Con esto me refiero a actividades legales e ilegales”. La entrevistada aseveró que el problema está en que en este tipo de emprendimientos económicos es muy común que la actividad legal y la ilegal sean muy difíciles de diferenciar. “El tipo de actividades que nosotros estamos tratando suelen tener que ver con exploración y explotación de recursos naturales. En la exploración puedo estar realizando una tarea limpia o puede conllevar una actividad ilegal: la contaminación”, mencionó. Así, se trata de discernir las actividades legales y las ilegales, que muchas veces vienen de la mano con estas. “A su vez hay una especie de gradación, porque hay zonas grises. Podemos comenzar diciendo que es una mera infracción administrativa. Podemos decir que ya no es una infracción administrativa sino que es un delito, porque cabe dentro de una figura típica prevista en ese estado. O podemos decir que esto ya tiene una envergadura, una cantidad de población afectada, una trayectoria a nivel temporal que hace que estemos hablando de algo casi sistemático que termina llevándonos a tener que hablar de violación de derechos en otra magnitud y cuando nos ponemos a corroborar esto terminamos viendo violaciones de derechos humanos como afectación de la vida, de la salud, de la vivienda”, desarrolló. Profundizando acerca del caso trabajado por Anativia Zamora, Böhm indicó que el tipo de emprendimiento presenta una complejidad en las actividades. “Al mencionar la empresa, el estado, la población el recurso, el caso tiene esta complejidad de lo que venimos trabajando. Para medir la ilegalidad no nos tenemos que manejar tanto con qué es lo que hay en la normativa. El segundo gran elemento no tiene que ver tanto con la ley sino con el daño, la realidad, ver qué es lo que está pasando”, añadió. En este sentido, la entrevistada aseveró que algunos criminólogos están pensando en términos de daño social cuando se habla de estas grandes actividades, que pueden partir del estado o de las empresas, ya que si se observa exclusivamente desde lo normativo es insuficiente. “Veamos el daño que se genera y cuando vemos el daño vamos a ver necesidades básicas que no están siendo satisfechas o están siendo violentadas y muchas veces lo vamos a poder vincular con un derecho fundamental”, resaltó. Añadió que los daños van mucho más allá de lo que se piensa generalmente desde el espacio urbano. “Daños relacionados con conflictos que tienen que ver con no poder satisfacer necesidades básicas. Esas necesidad básicas pensadas en términos de violencia estructural son, como lo decía Johann Galtung, esas necesidades básicas que deberían estar cubiertas pero hay obstáculos evitables que hacen que estas no se puedan cubrir”, manifestó.