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Año XIV - Edición 251 02 de julio de 2015

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El resurgimiento de los pueblos originarios

  • Notas

El 11 de junio se realizó un nuevo encuentro del ciclo de conferencias de Filosofía del Derecho. En esta ocasión, el expositor invitado, Félix Acuto, abordó el tema “Resurgimiento de los pueblos originarios”.

Para comenzar, efectuó una breve reseña histórica de los pueblos originarios. Entre otras cuestiones, destacó que los españoles llevaron a cabo una multiplicidad de estrategias para romper con las estructuras organizacionales indígenas, tales como la creación de instituciones, como los cabildos, mediante las cuales se les quitaba el poder a los caciques y a otras autoridades indígenas. No obstante, reconoció que en los años posteriores a la independencia hubo antecedentes en los cuales los pueblos originarios fueron tenidos en cuenta, por ejemplo, San Martín hizo una consulta a los tehuelches para poder pasar por su territorio y llegar a Chile. “La explicación del sol en nuestra bandera tiene que ver con la tradición reconocida del mundo indígena andino”, agregó.

Por otro lado, explicó que al momento de sancionarse la Constitución Nacional, las políticas militares, religiosas e intelectuales buscaron crear un país sin indígenas. “Argentina fue construida en el imaginario como una nación sin indígenas. Para esto, se apeló a construir una nación de raíces blancas occidentales y promulgar la adhesión a la modernidad, al pensamiento racional, al iluminismo, es decir, a estos valores provenientes de Europa. De esto deriva la dicotomía entre civilización y barbarie”, aseveró. En otras palabras, se llevó a cabo un blanqueamiento racial y cultural de la sociedad argentina. Acuto adicionó que este proceso se inició en el siglo XIX y que continúa hoy en día, aunque con mecanismos más sutiles e indirectos. Luego, ejemplificó algunos de los procesos que se desarrollaron con el objeto de lograr tal blanqueamiento, como la Conquista del Desierto y el incentivo a la inmigración de personas provenientes de países europeos.

El expositor señaló que, como consecuencia de todos esos procesos, se borró la historia de los pueblos originarios. “Si nosotros pensamos en museos, manuales escolares y monumentos, vamos a ver este proceso de invisibilización”, estimó. Analizó que cuando se va a un museo, se representa al indígena como algo congelado en el pasado, que ya no forma parte del presente. Asimismo, se los asocia con el mundo natural, no como parte del mundo civilizado; y se los cosifica, es decir, se los exhibe como objetos. “No se los muestra como sujetos activos del proceso histórico”, subrayó. En la misma tesitura, añadió que en la Ciudad de Buenos Aires no hay ningún monumento que se refiera a los pueblos originarios. Como resultado de este proceso de invisibilización, Acuto explicó que los miembros de los pueblos originarios se vieron enfrentados a tres situaciones. Algunos negaron su identidad, otros reconocieron ser descendientes pero lo consideraron como una etapa superada (la de ser indígena) y otros ocultaron su identidad.

El expositor prosiguió destacando que, hace algunos años, se inició un proceso de resurgimiento de los pueblos originarios y de las organizaciones de los pueblos originarios, que no tuvo lugar solamente en Argentina, sino también en otros países de la región. Identificó que son tres los aspectos que intervinieron, o al menos impulsaron, este proceso. En primer lugar, la existencia de nuevos derechos y nuevas herramientas jurídicas: “Están usando el sistema jurídico occidental para poder defenderse”. En segundo lugar, la nueva presión sobre los territorios en los que están viviendo y, por último, un cambio en el contexto socio-cultural. Adicionó que este proceso de resurgimiento se basa en el reconocimiento de una tradición distinta a la moderna. “En los territorios indígenas, la cultura indígena sigue estando viva en distintas prácticas culturales que les son propias”, afirmó.

Finalizó haciendo referencia a la situación actual de los pueblos originarios. “Por una parte, están buscando la reconstitución de las comunidades a fin de poder hacer reclamos como comunidad, porque el Estado reconoce esa entidad (…) Otra de las cosas que buscan es incidencia y participación en el Estado, es decir, ser autoridades indígenas dentro del Estado (…) También buscan evitar que hablen por ellos y fortalecer las políticas de identidad territorial”, expresó entre otras cuestiones.

“Argentina fue construida en el imaginario como una nación sin indígenas. Para esto, se apeló a construir una nación de raíces blancas occidentales y promulgar la adhesión (…) a valores provenientes de Europa”, aseveró Félix Acuto.