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Año XIV - Edición 258 05 de noviembre de 2015

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El legado cultural de Grecia y Roma

  • Notas

El pasado 14 de octubre se realizaron las primeras jornadas greco-romanas en el Salón Vélez Sarsfield organizadas por la Cátedra de Derecho Romano de la Dra. Mirta Beatriz Álvarez y el Seminario Permanente de Investigación sobre Helenismo y Derecho: aportes, debates y tendencias. Las jornadas tuvieron como tema el legado cultural de Grecia y Roma.

El primer panel versó sobre “El mundo griego” y contó con las exposiciones de Miryam Adriana Farina, Raúl Oller y Daiana Siciliano. Más tarde, el segundo panel se enfocó en “El mundo romano” y del mismo participaron Julio Javier Lo Coco, Andrea Silvana Mederos y Mariana Verónica Sconda.

El panel de cierre comenzó la ponencia de Rosana Gallo, “Medea y Antígona: pathos, ethos y derecho. Un camino desde la antigüedad hasta el presente”. “Pathos como descontrol de la razón y los sentidos, ethos como principio rector de la razón y la conciencia marcadora de la conducta de los seres humanos”, desarrolló. En este sentido, mencionó que el pathos, interpretado en forma genérica como pasión, existió desde que el hombre tomó conciencia de su humanidad. “La pasión está inmersa en el ser humano (…), tal fue el caso de Medea”, continuó. Con relación a Antígona, afirmó: “Cuando sus hermanos se asesinaron mutuamente (…) se extingue la casa de Edipo y con ello la sucesión al trono de los hijos varones, solo restan dos hijas mujeres, entre ellas Antígona”. Ante la vacancia del trono, accede a él Creonte, tío de Antígona. Tras la sublevación de los sobrinos divididos en bandos rivales, Creonte había dispuesto un decreto mediante el cual, ante el fallecimiento del traidor, este debía permanecer insepulto. “Es aquí donde se enfrentan el ethos y el pathos en Antígona. A mi entender, ambos fluyen en ella y la conducen a realizar su cometido a pesar del castigo que le esperaba”, resaltó.

A continuación, Mirta Beatriz Álvarez hizo alusión al siglo I a.C., época en la que la República Romana estaba consolidada y el poder del Senado era muy importante. “Se desarrolla en unos pocos años un movimiento, había un ánimo en el 65 a.C., se respiraba un aire conspirativo, aparece este tema de Catilina. Son pocos años, del 65 a.C hasta el 62 a.C., cuando se producen todos estos hechos que terminan con la muerte de Catilina en batalla y con la aplicación de la pena de muerte a varios conjurados y el debate previo del Senado”. Entre los personajes, mencionó a Cicerón, Marco Porcio Catón, Marco Licinio Craso, Julio César y el personaje central, Catilina. “Nacido en el año 108, a los 43 años poseía en Roma popularidad y prestigio (…) En el año 65 la posición de Catilina es análoga a la de César, quiere el poder como lo anhela César. El poder es tanto para Catilina como para César un instrumento al servicio de una idea”, describió.

Finalmente, José María Monzón se refirió al tema de la emergencia. “Los asesores presidenciales norteamericanos para buscar qué es lo que puede hacer el Presidente en estas circunstancias hicieron una genealogía del tema del manejo de la emergencia y desembocaron en el mundo griego y en el mundo romano”, mencionó. En este sentido, sostuvo que repasar la historia griega y romana en función de esto tiene mucho sentido porque “ilumina, justifica y trae discusiones sobre temas que ya se discutieron en Grecia y en Roma y se siguieron discutiendo después”. Entre otras cuestiones, Monzón aseveró que en el mundo griego “la emergencia está asociada a la aparición del tirano y el tirano no es un personaje muy querido por la sociedad griega, pero esta figura queda en la mentalidad romana; en la mentalidad romana el equivalente va a ser el dictador”. El dictador sí está pensado en el orden constitucional romano como aquel que va a manejar la emergencia.