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Año X - Edición 182 22 de septiembre de 2011

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El futuro de la integración latinoamericana

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Organizado conjuntamente por la Cátedra Libre “Democracia y Estado de Derecho Dr. Raúl Alfonsín” de la Universidad de Buenos Aires y la Cátedra Libre “José Gervasio Artigas para la integración” de la Universidad Nacional de La Plata, el pasado 25 de agosto tuvo lugar en el Salón Verde el seminario “El futuro de la integración latinoamericana”, a fin de generar un espacio de encuentro y reflexión sobre los principales desafíos que deben afrontar los países de Latinoamérica y constituir una red plural y horizontal de intercambio de experiencias para elaborar propuestas y líneas de acción fomentando la integración regional, la igualdad de oportunidades, el desarrollo sustentable y la inclusión social, en clave federal, multidimensional y multicultural.

A modo de introducción, participaron Leandro Martínez (coordinador adjunto de la Cátedra Libre “Democracia y Estado de Derecho Dr. Raúl Alfonsín” de la UBA) y Humberto Quiroga Lavié (Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, constitucionalista y ex Convencional Constituyente en 1994). Así, Leandro Martínez resaltó la importancia de la cátedra que coordina por su carácter plural y democrático, señalando que “fomentar la integración regional es parte del legado de Alfonsín por la creación del MERCOSUR”.

Seguidamente, Humberto Quiroga Lavié se refirió al concepto de revolución, advirtiendo que si bien existe una sostenida convicción de que implica el uso de la violencia, en muchos casos no es cierto. “La clave del cambio es la creatividad y la creación; y, a su vez, la clave de la creación es la organización del trabajo social. Necesitamos eficiencia en la organización productiva”, concluyó.

A continuación, se proyectó un video con la exposición de Roberto Mangabeira Unger (Ex Ministro de Asuntos Especiales y Planificación Estratégica de Brasil) y se dio paso a la conferencia, que contó con la coordinación de Jorge Cuello (Secretario de la Cátedra Libre José Gervasio Artigas para la integración), en la cual disertaron Gastón Aín (Asesor Regional en Prevención de conflictos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD - Argentina), Carlos Baráibar (Senador Nacional – Uruguay- Frente Amplio), Hugo Cacace (Programa de Integración Energética Regional – PNUD – Paraguay), Ricardo Gil Lavedra (Diputado Nacional – Argentina – UCR), Rubén Giustiniani  (Senador Nacional - Presidente del Partido Socialista) y Eduardo Matarazzo Suplicy (Senador Nacional - Brasil – PT).

El primero en tomar la palabra fue Gastón Aín, quien hizo mención al regionalismo pos liberal, con mayor apertura desde la década de los 90. Observó que se produjo un cambio de énfasis, pasando de una mayor integración económica y comercial a una más política, donde aparecen los temas claves de paz y defensa regional. Aseguró entonces que este proceso ha redefinido la integración y el multilateralismo, y que de este nuevo regionalismo surge una nueva institucionalidad para la paz y la seguridad.

Luego, Carlos Baráibar brindó una reseña respecto de los desafíos en materia de organización política para la integración, comentando que la década del 90 se iniciaba con dos características importantes: la caída del socialismo real como paradigma social, liderado por la Unión Soviética; y la emergencia e instalación del neoliberalismo en plena expansión. De tal modo, aseveró que la integración ha sido neoliberal y estimó necesaria la concepción progresista de la construcción de un proceso que abarque distintos factores.

A su turno, Hugo Cacace consideró que “debe darse un mayor avance en el tema energético porque sin energía no podemos avanzar en el desarrollo de las regiones”. En este sentido, remarcó que existe un gran desafío en esta cuestión, indicando que en la actualidad se invierte gran cantidad de presupuesto público para tratar de mantener los sistemas en forma aislada, generando una alta ineficiencia en todo el sistema regional. Subrayó entonces que Paraguay, como principal exportador de energía de la región, promueve el desarrollo regional a través de la integración energética para el beneficio de los pueblos. También aludió a las interconexiones entre las grandes fronteras de Paraguay con Argentina y Brasil.

Acto seguido, Ricardo Gil Lavedra destacó que la globalización ha traído aparejada el imperativo de que las Naciones tratan de sobrellevar las vicisitudes del comercio internacional que ya no pueden enfrentar por sí solas. Precisó entonces que durante la década del 80 los países fueron recuperando sus regímenes democráticos, comenzando a instalarse la idea de integración. En cuanto a los desafíos que enfrenta hoy la integración, hizo referencia a que ya no apunta solamente a una cuestión de índole económica, sino que el desarrollo abarca también lo social y lo político. “Si bien existen una multiplicidad de instrumentos, se debe trazar el camino de la integración con un rumbo más cierto”, finalizó.

Por su parte, Rubén Giustiniani planteó que se trata de una región extremadamente desigual por la aplicación de políticas neoliberales en las últimas tres décadas, las cuales significaron la expoliación de nuestras riquezas. Sin embargo, opinó que el siglo XXI alumbra democracias que van camino a su consolidación y se cuestionó cuánta riqueza concentrada tolera este sistema. Marcó asimismo que se encuentra pendiente una agenda de reformas sociales y económicas, entre ellas, la Ley de enseñanza superior. En este orden de ideas, se refirió a la Ley 1420, por la cual Argentina entendió que el progreso se da a través de la educación, siendo laica, común, gratuita y obligatoria. Esta idea se profundizó luego en la Reforma Universitaria del 18, postulando una Universidad que no fuera dogmática, ni elitista sino científica.

Hacia el final, Eduardo Matarazzo Suplicy hizo alusión a la situación en Brasil, país que se encontraba en la tercera posición en el mundo por su gran desigualdad social a fines de los años 90. Así, resaltó el conjunto de políticas económicas y sociales, sobre todo, en el gobierno del Presidente Lula. También analizó el Programa de transferencia de ingreso que existe en países desarrollados, para instituir la garantía de un ingreso mínimo. Asimismo, sostuvo que el proyecto de renta básica de ciudadanía puede ser un buen instrumento para terminar con la pobreza en la región, a fin de suplir las necesidades básicas y señaló que para su instrumentación serán necesarias reformas fiscales en cada uno de los países para que los que más tienen contribuyan al sostenimiento de la iniciativa. Reconoció finalmente que puede ocurrir el fenómeno de la dependencia, pero observó sus ventajas desde el punto de vista de la dignidad y libertad del ser humano.

“Si bien existen una multiplicidad de instrumentos, se debe trazar el camino de la integración con un rumbo más cierto”, postuló el Diputado Nacional Ricardo Gil Lavedra.