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Año III - Edición 47 13 de mayo de 2004

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Doctorado Honoris Causa al Profesor Umberto Romagnoli

  • Notas

El martes 27 de abril tuvo lugar, en el Salón Rojo de la Facultad de Derecho, la entrega del Diploma Doctor Honoris Causa al Doctor Umberto Romagnoli de la Universidad de Bologna, Italia.

Estuvieron presentes en el panel la Dra. Alicia Ruiz, Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, el Arq. Berardo Dujovne, Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, la Prof. María Cecilia Gómez Masía, Secretaria de Investigación y Relaciones Institucionales de la Facultad de Derecho, el Dr. Roberto Nígido, Embajador de Italia en la Argentina y el Director de la Sede de la Universidad de Bologna en la Argentina, Giorgio Alberti.

La Dra. Ruiz estuvo a cargo del elogio académico al Dr. Romagnoli.  Comenzó señalando su gran trayectoria, tanto académica como bibliográfica, destacando a la vez la gran cantidad de discípulos que ha formado.  Seguidamente, describió el papel del Dr. Romagnoli en el campo del Derecho Laboral.  Entre otras cosas, resaltó la metodología empleada por el doctrinario, calificándolo como “un jurista anómalo, pues valoriza la utilidad de su saber y no pregona verdades absolutas ni universales”.

A continuación, comenzó la conferencia “La Concertación Social en Europa: Luces y Sombras”, a cargo del homenajeado.  Primeramente, afirmó que la Concertación Social tiene una naturaleza mixta, pues es consultiva al mismo tiempo que negocial y paralegislativa.

Luego se refirió a la Huelga Política, caracterizándola como perteneciente a la infancia del derecho sindical y explicando que se utilizó cuando la sociedad estaba dividida en dos, y cada uno de los contendientes buscaba la extinción del otro con la convicción de que con ello se obtendrían grandes ventajas.  En aquellos momentos, según sostuvo, la huelga era una palabra de “izquierda”.

Remarcó que la evolución de la Huelga Política a la Concertación Social fue un largo viaje, pero como todo largo viaje “ha comenzado por un simple paso”. 

Indicó además que sólo en apariencia la Concertación Social y la Huelga Política son términos inevitablemente contrapuestos.  La verdad es que “su discontinuidad de método no excluye la homogeneidad de fines”.

Consideró, valiéndose de la imagen literaria construida por Adriano Sofri, que “La Huelga Política es el clavo que, golpeado con violencia por el martillo, se introduce en la madera y la hace gemir; la Concertación Social por el contrario es el nudo que, creado con la habilidad manual en la que sobresale la gente del mar, sirve para unir y tejer redes con paciencia y sabiduría”.

Asimismo, abordó el tema desde el derecho italiano, donde los sindicatos “han reconocido unánimemente la oportunidad de sumar a los beneficios de los que disfrutan como libres sujetos en la esfera del derecho privado, las ventajas de las que se apropian como partícipes de una función pública”.

Finalmente, sostuvo que “el conocimiento no manipulado de los hechos es la conditio sine qua non de la participación de los comunes mortales en el gobierno de la cosa pública, ya que de otra forma, no hay siquiera diálogo”.