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Año XVIII - Edición 328 17 de octubre de 2019

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Derecho y afrodescendientes

  • Notas

En la Sala Vélez Sarsfield, el pasado 24 de septiembre se llevó adelante la actividad “Derecho y afrodescendientes”, organizada en conjunto por el Instituto Gioja, el Departamento de Filosofía del Derecho y el Centro de Derechos Humanos.

Disertó, en este marco, Marcelo Alegre (director del Instituto Gioja y profesor titular de Derecho y Filosofía, UBA).

La charla tenía por objetivo convocar a docentes, investigadoras/es y estudiantes a conformar un grupo de estudios jurídicos sobre afrodescendientes. A modo de introducción, se expusieron algunas de las “verdades a medias” o mitos sobre los afrodescendientes en la Argentina y algunas de las posibles prioridades en la regulación jurídica, la investigación académica y el activismo de derechos humanos.

Marcelo Alegre sostuvo que “resulta difícil de explicar que un tema tan importante esté ausente tanto en la currícula en lo que se enseña como en la investigación”. Luego aseguró que la razón de la disminución tan marcada de la presencia de afrodescendientes en nuestro país está explicidtada en el artículo 25 de la Constitución que establece que el gobierno federal fomentará la inmigración europea.

En tanto, comentó un informe reciente de la Comisión Interamericana que señala que la población afrodescendiente ocupa los trabajos peor pagos, sufre mayor desempleo que el promedio, tiene menos años de escolaridad, posee una menor esperanza de vida, sufre discriminación en acceso a viviendas y a los servicios públicos y de justicia, está subrepresentada en el ámbito político y sobrerepresentada en la población carcelaria. “Necesitamos mucha mayor educación sobre el pasado esclavista y sobre el racismo. Se necesitan centros de políticas de reivindicación de la historia de los afrodescendientes para eventualmente entender que nosotros como país somos el resultado de tres corrientes: la europea, de los pueblos originarios y la africana”, aseguró.

En esa misma línea argumental, el director del Instituto Gioja reconoció la importancia de que existan “ámbitos de reflexión, de investigación, de estudios, que pudiera producir mesas redondas, encuentros, cursos, cursos de ciclo profesional orientado, por ejemplo, propuestas de regulación, que sea un ámbito para darle voz a grupos discriminados para plantear soluciones y políticas públicas”.