Derecho Penal y Derechos Humanos: repensando el Crimen de Agresión en el Derecho Penal Internacional

• Notas

Organizada por el Departamento de Derecho Penal, el pasado martes 7 de junio se llevó a cabo en el Salón Azul la conferencia Derecho Penal y Derechos Humanos: repensando el Crimen de Agresión en el Derecho Penal Internacional. El director del Departamento de Derecho Penal, Daniel Pastor, resaltó la calidad de los expositores y afirmó que el Crimen de Agresión es una figura que exige ser repensada. La mayoría de los países que pueden cometer agresiones no forman parte del sistema y abusan de su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. “Un objetivo prioritario es lograr que muchos países poderosos se integren al Estatuto de Roma y validen la jurisdicción de la Corte Penal Internacional”. Pastor citó al Profesor Klaus Kress, para afirmar que la definición de la Agresión alcanzada en la Conferencia de Kampala, en Uganda, en 2010, es más bien una definición modesta de lo que es una agresión. “Tenemos una definición limitada, insuficiente”, sostuvo. 

Luego, Guido Leonardo Croxatto coincidió seguidamente con Daniel Pastor en que la definición de la agresión contenida en el Estatuto de Roma es deficitaria. “No comprende las formas de la agresión del siglo XXI, esa definición es, con su anacronismo de casi medio siglo, funcional al doble estándar de persecución criminal y esto amenaza con quitarles legitimidad a los tribunales internacionales”, sostuvo Croxatto. Asimismo, desarrolló que “hay muchas agresiones que hoy no son advertidas por el Derecho, ni siquiera son mencionadas por el Derecho Penal Internacional, porque predominan los enfoques restrictivos y los intereses de los países más industrializados, que no perciben muchos de sus procesos de producción, comercio, industrialización –para no hablar abiertamente de las guerras– como agresiones, como formas de erosionar recursos naturales de los países de la llamada periferia”. Croxatto advirtió que la Corte Penal Internacional comenzará en 2017 a juzgar el Crimen de Agresión, siendo un momento por demás oportuno para repensar esta figura.

Ana Oberlin, por su parte, enfocó el concepto de agresión desde el cruce Género y Derechos Humanos, abarcando la evolución del concepto de “agresión” en el plano de la violencia sexual, haciendo énfasis en la experiencia de los juicios de lesa humanidad desarrollados en la Argentina. Oberlin narró su experiencia como abogada de una joven rosarina de barrios carenciados, violada por personal policial, que tras el juicio y condena de los responsables, se terminó quitando la vida. Finalmente, compartió la forma en que este caso marcó su carrera como abogada.