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Año XIV - Edición 260 03 de diciembre de 2015

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Defensa jurídica en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos

  • Notas

El miércoles 11 de noviembre en la Sala Vélez Sarsfield tuvo lugar un nuevo encuentro de derechos humanos organizado por el Centro de Derechos Humanos de nuestra Facultad. En esta oportunidad, Liliana Tojo, Directora del Programa para Bolivia y el Cono Sur del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), compartió su experiencia como defensora de los derechos humanos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y se refirió a las tareas que desarrolla CEJIL para el fortalecimiento del rol del SIDH en la región.

Martín Sigal, Director del CDH, hizo alusión a la creación del Centro en abril de este año y describió que se están llevando a cabo actividades para que los estudiantes con interés en temas de derechos humanos puedan encontrarse en un ámbito e intercambiar experiencias. “CEJIL es una organización que trabaja en toda la región promoviendo el respeto por los derechos humanos e interviniendo en el Sistema Interamericano de protección”, manifestó.

Tras esto, Liliana Tojo indicó que CEJIL es una organización donde la mayoría son abogados. “Lo que hacemos es facilitar el patrocinio y el asesoramiento gratuito de abogados para casos que son llevados básicamente ante la Comisión Interamericano de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, describió. De esta manera, se trata de abogados que litigan, representan víctimas, realizan denuncias y llevan adelante cuestiones que se sustancian ante tribunales internacionales con la particularidad que las reglas de juego tienen en ese espacio. “CEJIL nace también prácticamente al mismo tiempo en que el Sistema Interamericano empieza a desarrollarse”, señaló.

Consecuentemente, juega un rol importante en el desarrollo y en la fortaleza del propio Sistema Interamericano. Asimismo, aseveró que también desarrollan acciones en los Estados, con los referentes políticos de distintos poderes para incidir sobre lo que esos Estados hacen y sobre la toma de decisiones. Esto puede tener como objetivo el cumplimiento de una sentencia de un caso, la modificación de prácticas o legislaciones y la puesta en sintonía con el derecho internacional. También mencionó otra línea de trabajo; en algún momento, la institución decidió empezar a compartir parte del capital de conocimiento acumulado, comenzó a trabajar haciendo talleres, capacitaciones y produciendo materiales, que en general, son materiales sobre el Sistema Interamericano o los marcos del derecho internacional de derechos humanos desde la perspectiva del derecho interamericano y distintas agendas específicas.

Luego, Tojo compartió que la organización tiene cuatro oficinas en distintos lugares: en Washington, Costa Rica, Buenos Aires y Brasil. “Yo trabajé en CEJIL en la oficina de Brasil muchos años y después vine a trabajar aquí. Trabajé solo un poco más de un año en Washington”, relató. Entre otras cuestiones, indicó que en el Sistema Interamericano las cortes no sesionan en forma permanente por lo que “la disputa para ser escuchado es grande, los tiempos son pocos, hay una lucha continua para conseguir cada vez más tiempo para todas las víctimas”. Respecto a la dimensión del trabajo político, la oradora declaró que es muy importante y debe ser reconocida. “Otra dimensión que me parece interesante tiene que ver con la implementación de las decisiones internacionales. Hay un valor en reconocer que la Corte o la Comisión elabora un estándar interesante y hay otro valor, que es otro tipo de trabajo, que es cómo conseguir que los Estados cumplan con lo que la Comisión y la Corte dicen. Es un trabajo bastante diferente, tiene una dimensión de articulación política de alianzas”, añadió. Así, se requiere construir alianzas con organizaciones y sectores que no necesariamente participaron del litigio, pero “el éxito en el cumplimiento de la sentencia va a depender de que todos se sientan parte del litigio aunque nunca hayan litigado y se apropien de la decisión final”. Además, obliga a una relación los distintos poderes del Estado. En este sentido, destacó: “Cuando se tiene una sentencia para ejecutar, esto te permite recrear el escenario en el que discutís esa agenda. Lo recrea, a lo mejor, se tiene una interlocución de más alto nivel de la que tenías antes y te da la herramienta para presionar al Estado”. La parte negativa, sin embargo, es que cualquier decisión de un organismo internacional no modifica ninguna situación por sí sola.

“El litigio no resuelve nada, te ayuda a resolver el problema. Puede ser una estrategia muy útil en algunos escenarios, en algunas agendas. Puede ayudar a posicionar un tema o a llevarlo a un alto nivel”, remarcó y adicionó: “Lo que resuelve es la alianza, la coordinación entre distintos actores, la estrategia clara respecto de qué se quiere conseguir y la lectura política”.