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Año XXI - Edición 371 21 de abril de 2022

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De tribunales a mecanismos: la evolución de las estrategias de la justicia internacional

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Con la organización del Observatorio Argentino de Derecho Internacional Humanitario, el Seminario Permanente de Investigación sobre Teoría del Derecho Internacional de la Antigüedad a la Actualidad (SEMPITHIDIA), la Maestría en Relaciones Internacionales y la Dirección de Relaciones Internacionales, en el Salón Verde, el pasado 7 de abril tuvo lugar un encuentro con Nicholas Koumjian (jefe del Mecanismo Internacional Independiente de Investigación sobre Myanmar creado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas).  Moderó la profesora Natalia Luterstein.

El expositor invitado brindó la conferencia titulada “De tribunales a mecanismos: la evolución de las estrategias de la justicia internacional”. Nicholas Koumjian fue designado como jefe del Mecanismo Internacional Independiente de Investigación sobre Myanmar por el secretario general de las Naciones Unidas a partir del 1 de julio de 2019. Previamente, se ha desempeñado como fiscal de las Salas Extraordinarias de Camboya, asesor de la Oficina de Crímenes de Guerra de Bosnia-Herzegovina, fiscal adjunto de los Paneles Especiales para Crímenes Graves de Timor Oriental, abogado litigante en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y fiscal en la Ciudad de Los Ángeles.

“Pienso que es muy importante nuestro trabajo porque hay una diferencia entre hoy y hace 25 años. El primer tribunal para la antigua Yugoslavia fue creado en el año 1992. Antes de eso casi nunca nadie hablaba de los crímenes de guerra o de lesa humanidad, pero hoy en día cuando hay una guerra, como en Ucrania ahora, desde el primer día todos estaban hablando de si hay crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad”, introdujo.

Además, expresó que desde su equipo del Mecanismo para Myanmar esperan que su trabajo pueda reducir un poco la violencia. Y sostuvo que “las víctimas quieren que reciba su testimonio, para ellos es importante saber que el mundo está mirando lo que pasa y que le importa”.

Seguidamente, recordó que se decidió presentar un juicio de jurisdicción universal en la Argentina por la situación de Myamar y que en 2021, como parte del proceso en Argentina, cinco sobrevivientes rohingyas de violencia sexual testificaron a distancia ante una corte argentina desde campamentos de refugiados en Bangladés.

Luego se enfocó en la situación de Myamar. Para ello, contó que en 2017 hubo una campaña militar contra el pueblo rohinyá que se llevó adelante principalmente por las fuerzas armadas de Myanmar, conocida como el Tatmadaw. Civiles del Estado Rakáin asistieron muchas veces a las fuerzas armadas. En ese estado el 90% de la población son rakaines y hay, además, una minoría musulmana principalmente en la parte norte. El 25 de agosto de 2017 un grupo de los rohingyas, que son la minoría musulmana, organizó un ataque hacia 25 comisarías. Luego de este ataque las fuerzas militares comenzaron una campaña que derivó en una limpieza étnica del pueblo rohinyá. En ese momento, había más o menos un millón y medio de rohingyas en el Estado Rakáin y en el transcurso de los meses por estas operaciones de ese millón y medio de rohingyas, novecientos mil abandonaron el país y se refugiaron en Bangladés.

Transcurridos cinco años desde que estas personas tuvieron que abandonar sus hogares y viven en campos de refugiados en Bangladés, a los rohingyas que permanecen Myanmar no se los reconoce como ciudadanos a pesar de haber nacido ahí y de que sus padres y sus abuelos han nacido ahí. El Estado considera que muchos o la mayoría proviene originalmente desde Bangladés en el periodo colonial cuando Gran Bretaña controlaba Myanmar.

Por otro lado, recordó que en 2018 el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas decidió crear un mecanismo. En este marco, explicó que no se optó por un tribunal porque en la experiencia de la comunidad internacional con los tribunales, como el de la antigua Yugoslavia, se ha visto que es una práctica muy onerosa y que, además, su éxito depende mucho de la colaboración del estado que tiene control sobre el territorio donde radican los testigos y los involucrados. Con esto en mente, la Asamblea General estableció un mecanismo para Siria con el objetivo de reunir evidencia para luego compartirla con las cortes internacionales y las autoridades nacionales y luego el Consejo de Seguridad creó un segundo mecanismo con el objetivo de reunir información sobre los delitos perpetuados por ISIS. El Mecanismo Internacional Independiente de Investigación sobre Myanmar fue el tercero en crearse. “El mandato que tenemos es el de recopilar, organizar y analizar los crímenes internacionales más serios”, detalló y explicó que “de acuerdo con una carta del secretario general de Naciones Unidas al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, crímenes internacionales son genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”. También, agregó que tienen el mandato de preparar archivos para compartir con procesos internacionales o nacionales para ayudar a juzgar a los responsables de los delitos.