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Año XXI - Edición 373 19 de mayo de 2022

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Contextos de la transición ecológica: la invasión rusa de Ucrania y el orden internacional

  • Notas

Con la organización en conjunto del Programa de Actualización en Cambio Climático y Transición Ecológica, el Centro de Derecho Ambiental y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, el pasado 23 de marzo se llevó adelante la actividad “Contextos de la transición ecológica: la invasión rusa de Ucrania y el orden internacional”.

En esta oportunidad, expusieron Ricardo E. Lagorio (miembro del Servicio Exterior de la Nación y exembajador ante la Federación de Rusia), Carla Yumatle (PhD en Ciencia Política por la Universidad de California, Berkeley con máster en Teoría Política de London School of Economics) y Gabriela Olivan (experta en Comunicación y directora regional de Comunicación de Accenture). Moderó Claudio J. Lutzky (director del Programa de Derecho del Cambio Climático).

En primer lugar, Ricardo E. Lagorio comenzó sus reflexiones siguiendo la teoría de la larga duración de Fernand Braudel. “Uno no puede entender lo que está ocurriendo hoy entre el gobierno de la federación de Rusia y Ucrania si uno no inserta esto en el largo plazo. Es muy interesante en este sentido, volver a leer el discurso de Putin del 21 de febrero cuando todo comenzó. El conflicto no empieza el 24 con la invasión, empieza tres días antes, el lunes 21, cuando Putin, después de un largo discurso (...) termina diciendo que reconoce la independencia de las dos regiones autoproclamadas, empieza a violentar la soberanía e integridad territorial de Ucrania y mata la diplomacia”, desarrolló y sumó: “Lo que ocurre es que la larga duración Rusa, y eso está muy bien explicado en el discurso del 21 de febrero, se inserta en la vocación expansiva imperial de la federación de Rusia”. En este marco, planteó que la larga duración ha generado dos características muy importantes que son nacionalismo y ortodoxia y son los dos grandes vectores que rescata Putin en su discurso. “Lo que estamos viviendo ahí es anacrónico: que en el siglo XIX se crea que uno puede arrasar un país vecino y hermano me parece que refleja un enorme error histórico”, aseveró.

Luego expuso sobre cómo se va a ordenar el siglo XIX: “Lo vamos a ordenar el torno al abuso de la fuerza bruta militar o vamos a buscar que el ordenador sea mucho más la colaboración, la cooperación y esquemas multilaterales, en donde más allá de nuestras diferencias seamos conscientes de que el siglo XIX, híbrido, atemporal y temporal, presencial y virtual al mismo tiempo, territorial y desterritorial al mismo tiempo, existe que los temas globales tienen que ser enfrentados globalmente y ahí hay una sola hoja de ruta que son los 17 ODS”.

A su turno, Carla Yumatle habló de la posibilidad de una crisis de la democracia liberal. “Por 15 años consecutivos Freedom House reportó consistentemente un declive en el número de democracias en el mundo”, introdujo. “Esto ha invitado a cierta parte de la comunidad política a denominar una nueva ola de recesión democrática, de autoritarismo electoral, de autoritarismo competitivo, democracias iliberales, regímenes híbridos, entre otros”, comentó. Como ejemplo de esta situación, recordó que el 6 de enero del 2021 cuando se toma violentamente el Capitolio en Estados Unidos ante una transición del mando presidencial. “La primera vez en 245 años en donde la democracia liberal más antigua del planeta enfrenta una transición, un paso de mando presidencial, con toda la envergadura que ese acto implica, de forma violenta. Creo que por su peso simbólico es importante marcarlo”, detalló.

Asimismo, mencionó diversas situaciones que son hipotéticamente problemáticas: la crisis de representación política, el problema de political responsiveness o el desajuste que hay en las democracias liberales entre las preferencias de los ciudadanos y las políticas públicas, lo que se ha caracterizado bajo la rúbrica del populismo, la existencia de la polarización, el quiebre del orden público (el uso coercitivo de la violencia por parte de los gobiernos), la preeminencia de cierta emoción política que es el enojo, la erosión del poder decisorio soberano, la redefinición del cuerpo soberano, los altísimos índices de desigualdad que se están dando intrapaíses, los clivajes demográficos y el rol de la tecnología.

Finalmente, Gabriela Olivan sostuvo que “la narrativa no es un tema menor. Es un asunto de Estado. Diría que está casi al mismo nivel que la estrategia militar”. En el marco de la problemática entre Rusia y Ucrania, expresó que “los dos protagonistas de este conflicto tienen la atención puesta en cómo contar la historia. Por un lado, tenemos a Vladímir Putin con un estilo y una comunicación que muestra permanentemente poderío, que trata de comunicar control sobre lo que está sucediendo, un discurso más endogámico dirigido a los rusos”. En esta línea, además, agregó que se estableció cuál es el lenguaje que pueden usar los periodistas o comunicadores a la hora de hablar del conflicto. “En el mismo momento en que la Federación Rusa invadía Ucrania, la agencia que regula la comunicación en ese país prohibió a los periodistas y a los medios hablar de asalto, invasión o declaración de guerra a riesgo de sufrir multas enormes o de ir presos”, amplió.

Sin embargo, el intento por controlar el discurso y el relato no es exclusivo de Putin. “Hay una gran planificación milimétricamente orquestada de parte de Zelenski y vemos que apenas inició la invasión, Rusia definió que de esto no se podía hablar y Zelenski enseguida hizo un video con todo su gabinete atrás, todos vestidos con estos uniformes verdes militares, en la calle, cercano a la gente y con un discurso más orientado a la comunidad internacional”, profundizó.

Por otro lado, analizó: “Esta es la primera guerra que se trasmite por Tiktok y que este relato, que tanto Putin como Zelenski hacen el intento de controlar, está totalmente fuera de control porque es un relato descentralizado, lleno de videos y de imágenes que circulan casi en tiempo real sin ningún tipo de filtro ni ediciones”.

En este sentido, reflexionó: “Está surgiendo un nuevo orden internacional y un nuevo orden internacional digital. La nueva gobernanza de internet requerirá de un pacto de todas las naciones. Esta vez la diplomacia internacional no estará solo en manos de los gobiernos, sino que en esa mesa también deberán estar sentados los gigantes tecnológicos que son hoy los que tienen el dominio exclusivo de esta ciberguerra que se está desarrollando en paralelo”.