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Año V - Edición 84 20 de abril de 2006

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Conmemoración por el día internacional de la mujer

  • Notas

Sobre el 8 de marzo existen diversas versiones. La más conocida es la de un incendio ocurrido en una fábrica textil de Nueva York en 1857, donde habrían muerto quemadas las obreras que hacían una huelga. Otras señalan que lo que pasó en 1857 fue, en verdad, la realización de una marcha convocada en el mes de marzo por el sindicato de costureras de la compañía textil de Lower East Side, Nueva York, que reclamaban una jornada laboral de sólo 10 horas. También, están ligadas a esta fecha las mujeres del Partido Socialista Norteamericano que, desde 1908, instauraron unas jornadas de reflexión y acción denominadas Woman's Day. La primera tuvo lugar el 3 de mayo de 1908, en el teatro Garrick de Chicago, con el objetivo central de hacer campaña por el sufragio y contra la esclavitud sexual.

Más allá de esta cronología, hoy se reconoce mundialmente al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Hecho que, lejos de pasar desapercibido en nuestra Facultad, tuvo su acto propio, organizado por el Curso de Posgrado en Derecho y Género, que fue inaugurado oficialmente por la Dra. Viviana Vladimirsky. Ella fue la moderadora de un acto conmemorativo del que participaron además como oradores principales Nelly Minyersky –Profesora de nuestra Facultad–, Dora Barrancos –Investigadora del CONICET–, Juan Carlos Volnovich –Psicoanalista– y Sara Mamani –representate de SERPAJ–. Adhirieron a la actividad el ICUF (Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) y la Asociación Peretz de Santa Fe.

Nelly Minyersky realizó un análisis desde el punto de vista jurídico. Se remontó hasta los tiempos de Vélez Sarsfield, donde si bien el Código Civil por él redactado incapacitaba de derecho a la mujer, lo cierto es que también se habían dispuesto dos situaciones fundamentales como la eliminación de la dote y la instauración del régimen de bienes gananciales para aquellos que habían sido traídos por ambos cónyuges al matrimonio. Recordando los primeros tiempos de la Argentina, la Dra. Minyersky hizo alusión a próceres como Belgrano, Moreno y Sarmiento, quienes ya en sus escritos hacían mención a los derechos femeninos.

El problema principal que nuestra profesora distinguió, no es la falta de normas en materia de género, sino la deficiente técnica legislativa con que siempre son redactadas, de modo que lo que en un principio parece un gran logro, luego en la realidad no funciona o termina siendo perjudicial. Así, se refirió a leyes fundamentales, como la Ley 2393 (que instauró el matrimonio civil), la Ley 11.357 (de ampliación de la capacidad civil de la mujer, pero que presumía la administración de los bienes a favor del marido), la Ley 13.010 (del voto femenino), la Ley 24.012 (de cupos) y la Ley 24.447 (contra la violencia familiar). De esta manera, la Dra. Minyersky señaló que existe un gran marco legislativo, pero que las mujeres tienen que aprender de una vez por todas a ejercer un mayor controlador.

En segundo lugar, tomó la palabra Dora Barrancos, quien puso el acento en la problemática de la violencia sexual. En cuanto a nuestra tradición, acusó a los liberales del siglo XIX de no haber sido tan radicales y de haber negociado el ámbito privado con los sectores más conservadores: “La propia codificación significó en cierto modo un retroceso”. En ese sentido, sugirió seguir el ejemplo de países como Colombia o Guatemala que han establecido un régimen mucho más favorable a la mujer. 

Por otro lado, Barrancos aprovechó la fecha para recordar los atroces vejámenes sufridos por las mujeres en la última dictadura militar, incluyendo violaciones sistemáticas, robo de bebés, condiciones insalubres de parto y fatales transcursos de puerperio.

Por su parte, Juan Carlos Volnovich incursionó en una temática muy particular y paradójica. Según sus investigaciones, las mujeres siempre han sido protagonistas históricas en épocas revolucionarias, pero una vez concluido ese proceso ellas volvían a sus ámbitos privados. Citó ejemplos como la Revolución Francesa, la Revolución de Argelia, la militancia de Montoneros y los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001 en Argentina. En todos estos casos, nuestro invitado detectó que las mujeres se volcaban con absoluto compromiso a la esfera pública y social, pero que al mismo tiempo muchas de ellas constituían parejas con compañeros de lucha que luego, en privado, las golpeaban y ejercían una sumisión sexual patriarcal. De este modo, Volnovich culminó con la siguiente pregunta: “¿Qué mecanismo subjetivo se da en las mujeres que luego de conocer el trabajo, el arte de la guerra y confrontar con el mundo masculino, no logran trascender esos logros y vuelven a su rol tradicional?”.

Finalmente, Sara Mamani dio cierre a esta parte de la jornada. Su visión estuvo enfocada hacia los problemas particulares y duplicados que sufren las mujeres indígenas. Siguiendo a sus oradoras precedentes, indicó que en la mayoría de los casos las mujeres de pueblos originarios ni siquiera conocen todas las leyes que existen y que podrían protegerlas; de modo que el problema va más allá de lo jurídico en este caso. Desde su lugar y su experiencia, Mamani sostuvo que las mujeres tienen una mirada muy profunda a través del arte, y es por este medio sensitivo, creativo y humano que tal vez se pueda ayudar a valorizar todo el reservorio de cultura que hay en ellas.