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Año VII - Edición 137 26 de diciembre de 2008

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Conferencia en el marco de la Maestría en Magistratura

  • Notas

El 12 de diciembre la Maestría en Magistratura organizó una conferencia que estuvo a cargo de los Dres. Peter J. Messitte (Juez Federal del distrito Maryland, Estados Unidos) y Jon L. Mills (Decano Emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Florida, Estados Unidos). El encuentro contó con la presencia de los Dres. Luis María Palma (agregado de la Embajada de Estados Unidos) y Asdrúbal Aguiar-Aranguren, quien presentó y dio la bienvenida a lo expositores. La disertación estuvo dirigida hacia un grupo de profesionales que atienden la maestría.

Preliminarmente, el Dr. Peter J. Messitte expuso acerca de “El rol del juez en el Ante-Juicio y el Proceso Penal”. En primer lugar, comparó el proceso penal de los Estados Unidos con el de nuestro país y señaló que ambos Estados son federales, por lo que las leyes que regulan los delitos surgen de los distintos estados (con la diferencia que en Argentina sólo en materia procesal). En idéntica tesitura, subrayó que la principal diferencia entre ambos sistemas es que en el suyo la jurisprudencia del tribunal más alto de la jerarquía vincula las decisiones de los demás tribunales inferiores y, como consecuencia, no hay una repetición de la misma causa, en tanto tiene el efecto de un precedente. “Por otra parte, nuestra Corte Suprema tiene el derecho de determinar cuáles son los casos que va a escuchar”, agregó.

En cuanto al proceso penal, explicó que en los Estados Unidos no hay juez de instrucción, ya que toda la investigación queda en manos de la fiscalía. Indicó que previo al juicio, el acusado es informado de sus derechos; y su abogado defensor se ocupa de impugnar la orden de arresto, la acusación, o bien, las pruebas. En cuanto a estas últimas señaló que allí, como en nuestro país, es aplicada la teoría del árbol venenoso, que desecha los elementos probatorios obtenidos de manera ilegal.

Respecto al juicio destacó la figura del jurado integrado por ciudadanos de la comunidad que escuchan las pruebas presentadas y son convocados desde el comienzo del juicio. Asimismo, puntualizó que la oralidad de esta etapa es mayor que la de nuestro sistema. “El proceso es abierto por la exposición de apertura por parte del fiscal, a lo que le sigue la exposición del defensor”, afirmó.

Tras explicar el desarrollo del proceso, marcó una diferencia con nuestro sistema, que se constituye por la inexistencia de una querella desde el principio del juicio. Recién al momento previo a la sentencia, el acusado tiene derecho de actuar, pudiendo demostrar el daño que ha ocasionado el delito en su familia y en su vida, a partir de lo cual el juez tiene el derecho de imponer una restitución, que no comprende daños morales”, sostuvo.

A continuación, el Dr. Jon L. Mills disertó sobre “Derechos de la privacidad en el contexto de la Globalización”. En este sentido, planteó la definición de la publicidad dentro del Derecho y la importancia que tiene en el contexto mundial, a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “Lo podemos clasificar en dos tipos: el derecho a tomar determinadas decisiones y el derecho a que se proteja la información personal”, sostuvo. De este modo, señaló que el derecho internacional ha definido el derecho a la privacidad, pero este no ha sido respetado, lo cual se ha transformado en un problema mundial, que no se reduciría al ámbito de las telecomunicaciones, ya que involucra los viajes internacionales, el manejo de la economía, y el paso, por ejemplo, del papel al formato on-line de expedientes judiciales, entre otras cosas.

“La privacidad es un concepto que afecta a todos, y los más afectados son las nuevas generaciones, que viven en contacto con el mundo virtual que hace a los datos fácilmente conseguibles”, opinó. Asimismo, entendió significativo el control de veracidad de la información ingresada en la Web.

“El gobierno, la prensa, las empresas que distribuyen información y los particulares, todos tienen razones para ser ‘intrusos’. El gobierno aduce seguridad. La prensa esgrime el argumento de la información pública y la libertad de prensa. La industria de la información alega la demanda. Y la justificación de los particulares pasa por la naturaleza humana que le encanta chismosear”, expresó.

Luego de describir distintos casos donde se debatió la extensión de la protección de la información privada y de su veracidad, así como las respuestas judiciales y legislativas de los distintos países, consideró erróneas dos actitudes que toma el mundo. La primera fue la expresión de una corporación que afirmó que la privacidad no existía y que había que superarlo. La segunda, es la que sostiene que vivimos en una sociedad global, por lo que tendríamos que compartir la información personal para mejorar las relaciones.

Hacia el final de su ponencia advirtió que “una de las mejores maneras de determinar si una sociedad tiene éxito como tal, pasa por la manera en que nos tratamos unos a otros como individuos y cómo respetamos la privacidad de cada uno”.