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Año XI - Edición 200 27 de septiembre de 2012

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Comprensión lectora y producción escrita como herramienta de aprendizaje

  • Notas

El 4 de septiembre se realizó en el Salón Azul un segundo encuentro con especialistas, organizado por la Cátedra de Psicología Educacional del Profesorado para la Enseñanza Media y Superior en Ciencias Jurídicas de esta Facultad de Derecho.

Para la ocasión fue invitada para participar de la actividad Adriana Silvestri de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Señaló que los textos expositivo-explicativos tienen como función transmitir o construir el conocimiento en diferentes ámbitos. “‘Exponer’ significa desplegar un contenido con toda la objetividad posible, porque sabemos que en el campo del lenguaje la objetividad absoluta no es posible”, puso de resalto Silvestri. Para la mejor comprensión de esta definición decidió recurrir a algunos ejemplos en los que quedaron de manifiesto los alcances del carácter expositivo-explicativo de un texto.

En estos textos el contenido tiene una información nueva, un conocimiento para adquirir, además, se emplea un léxico especializado. Sobre esto último, puntualizó que se trata de términos que en determinados ámbitos poseen una definición precisa que no se asemeja a la que suele utilizarse fuera de dicho ámbito. Para el caso, volvió a echar mano a algunos ejemplos para clarificar este carácter de los textos expositivo-explicativos. De este modo, mencionó que para la doctrina penal se entiende por dolo a la ejecución de un acto típicamente antijurídico con conocimiento y voluntad del realizamiento del resultado. Pero estos textos no solo se caracterizan por un contenido y un léxico particular, sino que también debe añadirse la utilización de un estilo determinado. Adicionalmente, existe una jerarquización de conceptos. La educación inicial los docentes deben alentar a los estudiantes a aprender a sistematizar la información que se les provee, a jerarquizarla. “Cuales son los conceptos principales, cuales son los conceptos secundarios”, explicó, aunque alertó que es una cuestión que “los alumnos deberían traer desde la primaria y la secundaria, pero que en general no lo traen”.

Por otro lado, se refirió a la explicación oral del docente. Aquí, aseguró que si los alumnos no se encuentran prestando atención la exposición explicativa del docente será nula. “La atención, como toda función psicológica, también se educa, hay algunas investigaciones hechas con alumnos de nivel secundario y de nivel primario que muestran que los chicos tienen, con respecto de los libros de psicología, un retraso madurativo en España o en Méjico de dos años en su desarrollo de la atención”. En teoría, la capacidad de sostener la atención va aumentando con la edad. Sin embargo, es esencial la estimulación. Además de ello, debe tomarse en consideración lo concerniente a la duración de aquella exposición explicativa. Va de suyo que un niño que todavía no ingresado a la primaria no puede mantener su atención por largos períodos de tiempo. Otro aspecto de gran relevancia es que los nuevos conceptos que emanan de la exposición explicativa del docente puedan ser vinculados satisfactoriamente con los que fueron transmitidos con anterioridad. Para ello, el docente debe alentar la interrelación entre las distintas exposiciones explicativas, porque el alumno difícilmente pueda hacerlo de forma espontánea. El alumno tiene que relacionar necesariamente información pertinente adquirida previamente con información pertinente adquirida ahora, pero con la asistencia del docente.

Concluida su intervención, Valeria Torre, docente de esta Casa, efectuó a algunos comentarios en torno a las apreciaciones formuladas por Silvestri.

Adriana Silvestri alertó que la sistematización de lo que se lee es algo que “los alumnos deberían traer desde la primaria y la secundaria, pero que en general no lo traen”.