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Año X - Edición 179 14 de julio de 2011

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Clínicas Jurídicas de Derechos Humanos en la Facultad de Derecho

  • Notas

Durante la tarde del día 29 de junio se organizó en el Aula 217 de esta Casa una charla abierta sobre el trabajo de la Clínicas Jurídicas en las áreas de migraciones, violencia institucional, derechos sociales y acceso a la información pública.

Es dable destacar que actualmente las Clínicas Jurídicas funcionan como materias del Departamento de Práctica Profesional de la carrera de Abogacía y en convenio con las organizaciones de la sociedad civil Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Servicio Ecuménico de Orientación y Apoyo a Migrantes y Refugiados (CAREF), Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Fundación Poder Ciudadano.
La exposición estuvo a cargo de distintos alumnos que cursan actualmente y de sus respectivos profesores. Ellos se propusieron dar a conocer la metodología de trabajo, los temas abordados y los casos que se están llevando en la actualidad, siendo una oportunidad también para invitar a los alumnos de abogacía a elegir estas comisiones en el futuro.

Coincidieron todos los participantes del encuentro en que los casos que se abordan en estas Clínicas Jurídicas son muy particulares y poseen características diferentes a las que suelen encontrarse en el resto de las prácticas profesionales. Los casos propios giran en torno a cuestiones de derechos humanos u otras temáticas relativas al interés público. Al ser temas complejos, frecuentemente es necesario quebrar con los convencionalismos u operatorias mecanizadas que muchas veces caracterizan al derecho clásico. Las Clínicas Jurídicas requieren de un permanente desarrollo creativo que permita dar solución a conflictos de tipo social.

Los casos llevados adelante por usualmente fuerzan a los estudiantes intervinientes a desafiar el actual statu quo del derecho argentino. Es necesaria la búsqueda del cambio ante aquello que se presenta como injusto y violatorio a los más básicos de los derechos humanos. En estos casos suelen estar involucradas personas en una posición desfavorable, en términos económicos, pero también sociales y políticos. Al desafiar al derecho hoy existente, se intenta que éste se vuelva más igualitario e inclusivo. Se reconoció que en reiteradas oportunidades los integrantes se han visto envueltos en una lógica de débiles contra fuertes, es decir, que muchas veces los conflictos en los que intervienen existe una angustiosa inequidad entre quien reclama y el receptor de tal reclamo. En esta batalla de débiles contra fuertes, se sabe que ante un triunfo traducido en un respeto a los derechos humanos se termina haciendo un mejor derecho para todos y todas.

En estas Clínicas Jurídicas no existe el trabajo repetitivo o monótono, sino que cada caso presenta sus propias particularidades volviendo a la labor exigida a los alumnos de una heterogeneidad máxime. Son casos atípicos o por lo menos complejos debido a que no son frecuentemente recorridos por otros letrados. No existe aquí una única manera de resolver el conflicto, ni tampoco existe una sola forma correcta de hacerlo.
No se aplican reiteradamente las herramientas ya existentes, ya que sus participantes suelen estar forzados a crear nuevas alternativas en base al derecho ya vigente.

Buscando caminos novedosos y efectivos, los grupos de estudiantes necesariamente deben interactuar democráticamente entre ellos para decidirse por el camino a recorrer. La deliberación es concebida como aquella metodología apta para conducirnos a los mejores resultados posibles.

En las prácticas profesionales tradicionales no siempre se enseña el valor del debate como método de aprendizaje. En estas Clínicas Jurídicas se hace del debate una herramienta de enriquecimiento grupal, en donde todos participan por igual.
Se promueve un entendimiento diferente del derecho, forzándonos a salir en busca de nuevas perspectivas, de mayor pluralidad, consolidando en el estudioso del derecho un compromiso con los valores genuinos de la democracia y con respeto por los derechos humanos. Todo ello bajo la premisa de que el derecho no se haya en una enciclopedia sino que somos nosotros mismos quienes diariamente los estamos construyendo.