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Año XVI - Edición 296 30 de noviembre de 2017

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Cinceles y martillos; balanzas y espadas: la Justicia

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El pasado 14 de noviembre, tuvo lugar la mesa redonda titulada “Cinceles y martillos; balanzas y espadas: la Justicia” en el Salón Verde. Este encuentro se realizó en conjunto con la inauguración de una muestra fotográfica en el Salón de los Pasos Perdidos. Organizaron el Departamento de Ciencias Sociales, la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil y el Proyecto UBACYT “Cinceles y martillos, balanzas y espadas: Las representaciones escultóricas de la Justicia en Buenos Aires”.

La actividad contó con las exposiciones de Zulma García Cuerva y del equipo de investigación UBACYT: Michelle Chavez Stefanelli, Andrea Cuéllar Camarena, Juan Pablo Franco, Andrea L. Gastron, Estefanía Giaccone, Viviana Kühne, Rodrigo Monés y Agustina Vázquez. Con la colaboración de Ángela Amante, Alejandro Dubesarsky, Sergio Lobosco y Lorena Russo.

Luego de unas palabras introductorias de Andrea L. Gastron y Ángela Amante, Zulma García Cuerva destacó el lugar que tiene el arte en nuestra Facultad: “Cuando se inaugura este edificio en 1949 lo hace con el mural de Quinquela Martin y festejó su cincuentenario trasladando ese mural desde la pileta a la planta principal. Esta Facultad tiene una historia y un patrimonio único”.

A continuación, el equipo de investigación inició con sus exposiciones. Primero fue Andrea L. Gastron quien contó cómo surgió la idea de investigar acerca de las esculturas de la justicia, ley o derecho. “Hay una serie de aspectos que refuerzan visualmente la justicia y que no tienen necesariamente que ver con los textos o las palabras. Todos percibimos y sabemos que cuando entramos en algún edificio de Tribunales, hay cierta solemnidad que no hace falta explicarla con palabras”, aseguró y agregó que en determinado momento de la historia de Occidente, sobre todo en el siglo XIX, se consolida un modelo arquitectónico de la justicia que va a acompañado con ciertos elementos fundamentales, como la escultura. Explicó que las esculturas tienen ciertas características como la balanza, la espada, si está vestida o desnuda, que envían distintos mensajes al observador.

Por su parte, Andrea Cuéllar Camarena se refirió a la relación que tiene el arte con el derecho y el género. Indicó que en el proyecto utilizaron las esculturas como obras de arte para tratar de descifrar cuestiones relativas al derecho y a la justicia. “Queremos proponer el arte como una herramienta, dado que es un discurso metafórico distinto al jurídico, para poder descifrar la condición de dominación de la mujer y así poder proponer una nueva ciencia jurídica en la cual estemos incluidas las mujeres con nuestras propias identidades”, manifestó.

Antes de las exposiciones de Agustina Vázquez y Estefanía Giaccone, Juan Pablo Franco dio una pequeña introducción donde retrató la idea general del proyecto, analizando la obra conocida como La reconstrucción del retrato de Pablo Míguez que se encuentra dentro del Parque de la Memoria.

A su turno, Agustina Vázquez continuó con el análisis de la obra antes mencionada, La reconstrucción del retrato de Pablo Míguez, con el objetivo de poder hablar de cómo, a través del arte, se está recuperando parte de una identidad. “Esta escultura es en sí un ejemplo, un caso puntual por donde va a discurrir nuestra investigación para poder explicar cómo funcionó y evolucionó el derecho internacional en materia de desaparición forzada de personas”, aclaró.

Estefanía Giaccone prosiguió explicando cuál es la vinculación entre La reconstrucción del retrato de Pablo Míguez, el campo sociológico y el derecho. “El objetivo de la artista (Claudia Fontes) fue representar la violencia institucional argentina que ocurrió entre 1976 y 1983. Se puede decir que el propio emplazamiento de la obra es una respuesta a esta situación, ya que se encuentra flotando en el Parque de la Memoria”, expresó e indicó luego que la escultura se encuentra de espaldas para que sea inaccesible al público, a fin de que la cara se cree en la mente del espectador.

Acto seguido, fue el turno del segundo panel compuesto por Rodrigo Monés, Michelle Chávez Stefanelli y Viviana Kühne.

Rodrigo Monés destacó la importancia del espacio público estudiando el desarrollo de su estilo desde la conformación del país. “El Virreinato se conforma tarde en Latinoamérica, por lo tanto ya estaban llegando aires neoclásicos que se van a adoptar como estilo de representación”, puntualizó y remarcó que hay varios momentos claves en la producción de monumentos en Buenos Aires. Uno a partir de la independencia en 1810 con la Pirámide de Mayo y otro, por ejemplo, en la década de 1880 mediante distintos intercambios con Europa enviando artistas a través de becas para que se formen y vuelvan a realizar monumentos en Argentina.

Luego Michelle Chavez Stefanelli resumió su participación en el proyecto como fotógrafa. Explicó el proceso que llevó adelante: “El primer paso consistió en elegir cuáles eran las esculturas que creíamos fundamentales para la exposición. Sacar las fotografías fue el segundo paso, el cual fue muy complejo porque las esculturas de la justicia se caracterizan por estar representadas por diferentes elementos arquetípicos”. Concluyó definiendo estos elementos, así como sus significados.

Finalmente, fue el turno de Viviana Kühne quien destacó el procedimiento llevado a cabo en el proyecto. “Este proyecto es una suerte de escultura en movimiento, es decir, que vamos cambiando, vamos moviéndonos permanentemente y esa es la parte más rica del aporte que podemos hacer al derecho, al arte y particularmente a nosotros mismos como investigadores”, concluyó Kühne.