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Año XIII - Edición 230 29 de mayo de 2014

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Ciclo Permanente de Tesis sobre Derechos Sociales y Políticas Públicas

  • Notas

Organizado por el Grupo Interdisciplinario de Derechos Sociales y Políticas públicas, el 20 de mayo tuvo lugar en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja” el primer encuentro del Ciclo Permanente de Tesis sobre Derechos Sociales y Políticas Públicas. En esta oportunidad, la tesis presentada fue “Educación de Adultos y formación para el trabajo en Argentina (2002-2007). Una mirada desde las políticas sociales”, de Esther Levy (doctora en Educación, FFyL - UBA). La presentación estuvo a cargo de Inés Cappellacci (docente e investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias dela Educación dela Facultad de Filosofía y Letras dela UBA, IICE-FFyL y coordinadora del Área de Investigación del INFD, Ministerio de Educación dela Nación).

Esther Levy afirmó que su preocupación fue qué sucedía con la educación en el campo de las políticas sociales post 2001. La oradora sostuvo que la vinculación entre educación y el trabajo no es un tema que atraviesa el núcleo central de la carrera de Ciencias dela Educación. En este sentido, planteó que existe un tenso vínculo entre estas dos esferas debido a que la lógica del mundo productivo plantea imperativos que la educación no necesariamente debe responder como único objetivo.

En su tesis de doctorado se refirió al programa “Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados”, el cual se lanzó en 2002 y duró hasta el año 2007, por lo que la tesis hace este recorte doctoral. “A partir del programa Jefes, una de las contraprestaciones es la educativa. A cambio del subsidio, los destinatarios -llamados beneficiarios- deben contraprestar ya sea con trabajo o terminando la primaria o la secundaria. Aparece la educación en el marco de las políticas activas de empleo”, explicó.

Partiendo de la base de que la educación es un derecho humano universal, Levy se planteó cómo aparece la educación de jóvenes y adultos, la cual había sido marginal y devaluada durante la década de los ‘90. En este sentido, se cuestionó acerca del lugar político y pedagógico que ocupa la educación de adultos. Por otro lado, Levy se interesó por la cuestión de la hechura de esta política pública. También hizo referencia al rol del Ministerio de Educación en este programa, el cual no participó en la década de los ’90. Además, se preguntó acerca de la concepción del sujeto destinatario de estas políticas, tanto pedagógico como político y acerca de la concepción económica de la formación para el trabajo que tiene el Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados. “En la década del ’90 se hablaba de empleabilidad, y esta perspectiva reflota las teorías de capital humano, propias de la década del ’60, la cual es impugnada por la sociología crítica de la educación, donde se rechaza esta perspectiva individualista”, sostuvo Levy.

La oradora aseguró que hubo rupturas y fuertes continuidades. En esta etapa, se recobró el discurso respecto al derecho de la educación. “Hay una ruptura respecto de cómo pensar esta política, pero cuando analizo y realizo el trabajo de campo, encuentro que es más formal que otra cosa”, señaló. De este modo, hay un avance respecto a pensar la integralidad de las necesidades respecto a la formación vinculada el trabajo pero es más bien formal, ya que si bien hay una ruptura respecto a la década anterior, no es una ruptura completa: la perspectiva de empleabilidad termina siendo preponderante. El destinatario sigue considerándose un beneficiario y no un sujeto político. Permanentemente, durante la tesis, la disertante interpeló al Estado, para ver qué hizo y que no hizo y poder pensar un Estado que piense a la educación en un sentido serio. Teniendo en cuenta que la educación es un derecho, Levy aseveró que: “Creo que es contradictorio contraprestar con un derecho, no se le puede exigir a nadie que termine la escuela a cambio de nada”.

Respecto a la escritura de su tesis, Levy admitió que el capítulo que más le costó fue el de las conclusiones. “Debí volver a examinar todo lo que tenía pensado y escrito y revisar lo que buscaba comunicar con mi investigación”, explicó Levy. Por otra parte, la disertante sostuvo que se debe hacer un ejercicio de vigilancia respecto a lo que uno produce. “Uno de los desafíos es decir me paro desde tal lugar pero también poder decir hay aristas que podrían mejorarse o profundizarse”, aseguró Levy. Hacia el final de su ponencia, Levy afirmó que el derecho a la educación no prescribe con la edad por lo que la educación de adultos tiene toda la jerarquía que tiene la educación que hace un chico en edad escolar.

Posteriormente, dirigió unas palabras Inés Cappellacci, quien destacó como positivo que la tesis tenga una estructura clásica: se elige un objeto, que es una política pública, se analizan los procesos de definición y desarrollo de estas políticas, se formulan preguntas y se trata de construir respuestas. Se construye un marco teórico y una situación problemática interesante, se analizan los casos, y se llega a conclusiones. “En este sentido la tesis es clásica y eficiente, cumple lo que promete y no pierde el hilo”, destacó Cappellacci. Por otra parte, afirmó que la objetividad se ha venido planteando como un valor en sí mismo, y desde la perspectiva crítica, la objetividad se redefine y allí uno debe hacer un ejercicio teórico-conceptual acerca de la posición en qué uno está y el contexto para poder reflexionar. También reflexionó acerca de las perspectivas interdisciplinarias que hay en el desarrollo de las tesis. “En este caso, Esther recoge la sociología crítica de la educación, las políticas sociales y la historia de la educación, tratando de articularlas para un caso actual”, agregó. Por último, subrayó que el aporte de la tesis es cómo dar cuenta de la complejidad de las políticas con un nivel de detalle y desagregación, lo cual es destacable.

“Creo que es contradictorio contraprestar con un derecho, no se le puede exigir a nadie que termine la escuela a cambio de nada”, aseveró la Dra. Esther Levy.