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Año X - Edición 188 27 de diciembre de 2011

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Ciclo de conferencias sobre el derecho administrativo europeo

  • Notas

El 7 de diciembre la Cátedra de Derecho Administrativo del profesor Carlos F. Balbín organizó un ciclo de conferencias sobre derecho administrativo europeo. La coordinación general del evento estuvo a cargo de Verónica Lorena Arias.

El primero en hacer uso de la palabra fue Pablo Figueroa, quien reflexionó sobre la idea de libertad en España y en la Unión Europea. El orador subrayó que la Constitución de Cádiz de 1812 fue una de las primeras constituciones redactadas en el mundo. “Una constitución netamente liberal y que después fue abolida por el propio rey Fernando VII”, añadió. La libertad que recogía este texto constitucional no era naturalmente idéntica a la reconocida en la actualidad. Brevemente relató los acontecimientos previos y posteriores a la sanción de la Constitución de Cádiz.

Recurriendo a antecedentes grecolatinos como así también a los aportes de pensadores de relevancia, Figueroa esbozó un consistente panorama del desarrollo de la libertad a lo largo de nuestra historia universal para finalmente desembocar en lo ocurrido en el Reino de España y la Unión Europea.

“Pues bien, así como la libertad encuentra su marco más perfecto en el Estado de derecho, en el Estado democrático, la libertades económicas van a encontrar como escenario donde se desarrollen más plenamente en las economías de mercado”, opinó Figueroa. Para el expositor, el mercado es aquel que mejor distribuye los recursos de los que dispone una sociedad, es quien lo hace con la mayor de las eficiencias. Sin embargo, aclaró que cuando se refiere al mercado, este indudablemente se debe encontrar regulado. “No estoy asiendo un manifiesto neoliberal, sino simplemente establecer que cuando hablamos de mercado suponemos y entendemos que estamos hablando de un mercado regulado”, aclaró.

Luego lo siguió José Norberto Uzal, quien tituló a su intervención "Las áreas metropolitanas: régimen actual y perspectivas de futuro”. En primer terminó, Uzal enseñó que impera en todo el Reino de España un régimen de descentralización, en donde cada comunidad autonómica se reserva hasta cierto punto la gestión y administración de sus recursos. Por ejemplo, los sistemas de salud y educación están a cargo de dichas comunidades. El expositor manifestó que “en España hay un Estado descentralizado en el que existe un reparto de competencias entre el Estado central, el gobierno central, y el gobierno de las comunidades autónomas. En este ámbito, el régimen local cuenta con una competencia autonómica y modulada”. Explico que de algún modo las provincias federales que conforman la República Argentina se asemejan a las comunidades autónomas de España. Pese a ello, una de las principales diferencias entre ambas es que España es un Estado formalmente unitario mientras que la Argentina ya en el artículo primero de su Constitución Nacional establece su federalismo. Uzal relató que en la actualidad se continúa debatiendo sobre el modo en que deben organizarse estas comunidades autónomas, al punto tal de aún hoy, en algunas ocasiones, no queda del todo claro si quien debe intervenir es el gobierno nacional o el local.

La duplicidad de competencias provoca innumerables deficiencias que se vuelven inaceptables en tiempos en los que al Viejo Continente se le exige austeridad en el gasto público. Por ello, llamó a redefinir las estructuras hoy presentes en aras de superar las lesivas yuxtaposiciones que puedan provocarse a raíz de las acciones de las comunidades autonómicas y del Estado central. Con mayor precisión, opinó que es necesario trabajar sobre la reordenación del mapa municipal mediante la supresión de muchos de los actuales municipios, o en todo caso que se establezcan fórmulas obligatorias de gestión compartida de servicios entre ayuntamientos vecinos.

Finalmente, Juan Raposo disertó sobre “Estado de Bienestar y Derecho Administrativo". Este último expositor anticipó: “les voy a hablar del fracaso del Estado de bienestar”. Según éste, aunque el Estado de bienestar ha desarrollado durante gran parte del siglo pasado una función proverbial y fundamental en el crecimiento económico y social, hoy se encuentra en crisis. Agregó que desde su opinión personal es muy difícil que dicho Estado sobreviva a las penurias económicas a los que actualmente se ve sometido. Estimó que “se ve sometido por dos razones básicas. La primera es porque hay una concepción en la sociedad de que los ciudadanos por el hecho de nacer en un lugar y momento determinado ya tiene unos derechos adquiridos y que estos derechos no hay que ganárselos, sino que ya están atribuidos” y luego añadió “por otra parte, la situación económica es inviable desde el proyecto actual de Estado de bienestar y un proyecto que no es viable económicamente no tiene en ningún caso indicios de futuro”.

Raposo opinó que las críticas -compartidas por el orador- que apuntan contra el Estado de bienestar deben conducirnos a concluir que el bienestar es posible pero que no es posible un Estado de bienestar, más con las connotaciones actuales. Para Raposo es inconcebible que determinadas poblaciones gocen del derecho que no se ha ganado. “Hoy debemos conseguir a través de la participación, de los procesos de transparencia, de políticas de austeridad que ese nivel de bienestar se siga manteniendo, lo cual juzgo a todas luces absoluta y totalmente imprescindible”, entendió el invitado.

“Hay una concepción en la sociedad de que los ciudadanos por el hecho de nacer en un lugar y momento determinado ya tiene unos derechos adquiridos y que estos derechos no hay que ganárselos, sino que ya están atribuidos”, afirmó Juan Raposo.