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Año IX - Edición 165 01 de septiembre de 2010

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Ciclo de conferencias de Filosofía del Derecho “Propuesta de fundamentos para el Derecho Administrativo”

  • Notas

Con la organización del Departamento de Filosofía del Derecho y la Maestría en Filosofía del Derecho, el 19 de agosto fue invitado el Profesor Titular de Derecho Administrativo Dr. Agustín Gordillo, quien brindó una conferencia titulada “Propuesta de fundamentos para el Derecho Administrativo” en el Salón Rojo.

Inicialmente, el Director de ambas entidades organizadoras, Dr. Ricardo Guibourg expresó su desacuerdo con aquellas personas que dudan de la existencia del Derecho porque “algo debe haber que debe llamarse Derecho, aunque siempre abrigue alguna duda acerca de algunas de sus ramas”.

Por su parte, el Dr. Agustín Gordillo explicó que en nuestro país existen cuatro grupos de enfoques posibles de la teoría general del derecho y la metodología jurídica. Así, explicó que uno de los grupos que no tiene explícita la teoría general en que se funda es aquel que tiene una fuerte dosis axiológica, denominado dogmática jurídica. Comentó, asimismo, que el grupo del trialismo presenta autores como Cossio o Francisco Linares; en cambio, el tercer grupo se vincula a la Iglesia Católica Argentina, con un enfoque aristotélico – tomista a través de los libros de Derecho natural. De este modo, se adhirió al último grupo de enfoques posibles en el que confluyen distintas corrientes pero se pueden combinar.

Por otra parte, criticó una frase de un juez norteamericano, de comienzos de siglo, quien aseguraba que el buen juez siempre debe poder hacer justicia, ya que “no siempre se puede pero, por lo menos, la norma no debe ser un obstáculo para hacer justicia”. En tal sentido, hizo referencia a situaciones en que se hace presente un dilema de conciencia para crear una norma particular distinta a la norma general preexistente o si “me abstengo a la norma general preexistente o si busco alguna cosa intermedia”. Luego, citó a Popper para aclarar que en definitiva la única regla es que no hay ninguna regla. Por ello, “hay que ser autocrítico y crítico de la autocrítica, es decir están los que critican siempre lo que uno hace y, por supuesto, critican el orden jurídico, los hechos y los valores”, aseguró.
También, señaló como preocupación en su vida profesional el tema metodológico. En consecuencia, afirmó que “los hechos están primero y los valores, que son un problema de conciencia, luego; por eso es indispensable que los jueces sean imparciales e independientes y que actúen en conciencia; por último, se encuentra el ir y venir entre la solución provisoria que uno tiene y la norma”.

Finalmente, destacó el libro “Principios del Derecho Romano” de Watson, el cual se refiere a autores de Derecho Romano y contiene un anexo que llama “Cicerón, el de afuera”, que cuenta como uno de los juristas de la época, cada vez que se acercaba Cicerón decía: - “Ahí viene Cicerón a querer confundirnos con los hechos” ya que postulaba primero los hechos y luego el valor.