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Año XI - Edición 191 26 de abril de 2012

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Apertura del ciclo lectivo 2012 del Departamento de Derecho Público I

  • Notas

El 29 de marzo se llevó a cabo en el Salón Azul la apertura del ciclo lectivo 2012 del Departamento de Derecho Público I.

Existió un diálogo de Tulio E. Ortiz, Profesor Emérito de la Facultad, con Mario H. Resnik, Profesor Asociado de la Casa y Director del Departamento de Derecho Público I. Ambos profesores encuadraron sus intervenciones bajo el titulo de "La Facultad de Derecho y los grandes desafíos del Estado moderno argentino (1940-1950)".

Además, interpretaron temas musicales urbanos los maestros Cristian Gaume y Víctor Palomeque.
Resnik señaló que en esta oportunidad se habían propuesto conjuntamente con Ortiz abordar el estudio de las relaciones de la Universidad, específicamente de la Facultad de Derecho, con los sistemas políticos argentinos, con especial énfasis en aquellos que operaron entre la década de 1940 y 1950. Es innegable la influencia de esta Casa de Altos Estudios en los distintos procesos políticos que han caracterizado a la historia argentina reciente. “Recién charlando con él (con Ortiz) hicimos un pequeño resumen de momentos en que la Universidad tuvo conflictos importantes con el poder político: 1905, 1918, 1930, etc.”, prosiguió Resnik.

Ortiz se preguntó “¿Cómo puede ser que la Facultad de Derecho tenga 15 presidentes argentinos que pasaron por sus aulas?”. Parafraseando las palabras del ex Decano Atilio A. Alterini continuó “no hay ni un sólo caso en el mundo de algo parecido, sólo Harvard tiene 3 o 4 según como se compute y sería el más próximo a nosotros”. Semejante dato estadístico nos permite entrever el fuerte protagonismo de la Facultad en la historia política de la Argentina.

Por ejemplo, el primer rector de la Universidad de Buenos Aires, Antonio Sáenz, tuvo una participación muy activa en los primeros albores de la República Argentina. Así, Ortiz enseñó que “este hombre había estado en el Cabildo Abierto del 22 de marzo, el que votó para que se fuera el Virrey, había estado en la Asamblea de Tucumán, llamado el Congreso de Tucumán de 1816, había firmado el acta de la independencia…”. A las claras, esto último nos permite deducir que ya desde los orígenes de esta Facultad, la misma había asumido un gran protagonismo en torno a la política nacional. Otro ejemplo paradigmático es la conformación del viejo Partido Autonomista Nacional (PAN) de fines del siglo XIX y principios del XX. La gran mayoría de sus miembros fueron estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, más precisamente de su Facultad de Derecho.

“La Facultad no es un mero lugar de otorgamiento de diplomas, es algo más. Es como un ser viviente dentro del proceso histórico y cultural de la Argentina”, definió el orador. Sin embargo, resulta interesante evaluar cuál fue el nuevo rol que adoptó la Facultad producto de las innumerables transformaciones sucedidas entre la década del 40 y del 50 del pasado siglo. Para Ortiz habría que preguntarse si los cambios vividos en la Facultad se debieron a fuerzas endógenas, exógenas o por circunstancias internacionales.

Luego, Resnik volvió a tomar la palabra, en este caso para subrayar que “en aquella época del 40 y del 50 es difícil trazar una línea recta en el proceso, hubo idas y venidas, descensos y asensos”. Por ejemplo, la visita de Hans Kelsen a esta Facultad es para el orador un momento extraño de la historia porque el pensamiento de Kelsen aparentemente no se ajustaba al pensamiento oficial. Es decir, variados pensadores que pese a encontrarse presuntamente ubicados en las antípodas del ideario peronista, pudieron acercarse a las academias del país para traer consigo sus enseñanzas y sus postulados. En definitiva para Resnik “había momentos en que el pluralismo flaqueaba y en otros en que el pluralismo luchaba por sobrevivir”.

La atención volvió a recaer sobre la figura de Ortiz, cuando este, haciendo uso de la palabra, aclaró que “Kelsen no representaba las ideas en boga en la Argentina de 1949, […] en términos muy generales era un social demócrata o un hombre totalmente ajeno a lo que podría ser una posición pro filo nazi o pro filo fascista”. Elaborando una construcción puramente hipotética sostiene que tal vez Perón había hecho entrega del nuevo edificio en donde hoy se emplaza la Facultad de Derecho y hasta había visto con buenos ojos la visita de Kelsen como un intento por congraciarse con lo que Ortiz llamó la “oligarquía profesoral” de esta Casa. En caso se que su intención haya sido “ganarse a la gente de la Facultad de Derecho”, claro está que finalmente Perón no pudo logar su cometido.

“Una encuesta en la época que comenzó a endurecerse el peronismo (1952), donde a los ciento y pico de profesores se les pregunta una serie de cosas y hay algunos que revelan más que adhesión una palabra que empieza con ‘ob’ y sigue con ‘secuencia’”, estimó Ortiz para luego añadir que “ese grupo de gente que se solidariza con el régimen de Perón no eran peronistas, muchos de ellos fueron mantenidos (en sus cargos) después del 56, y es verdad que habían entrado después de la gran cantidad de renuncias y cesantías del año 1947”.

Para Ortiz “no hubo una intención de destruir la Facultad, ni de destruir la vieja oligarquía vacuna de la Facultad de Derecho”. No hay intenciones de obstaculizar algunos de los más característicos principios de la Facultad, como el de formar la clase dirigente. Más que destruir los focos de formación de determinada clase política, las intenciones giraban en torno a congraciarse con ella. “Congraciarse con esa clase política de la Facultad de Derecho, con la cual dice Félix Luna, Perón había negociado”, explicó Ortiz.

“No hubo una intención de destruir la Facultad, ni de destruir la vieja oligarquía vacuna de la Facultad de Derecho”, indicó el Profesor Emérito Tulio Ortiz.