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Año VIII - Edición 138 19 de marzo de 2009

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Análisis y perspectivas económicas para el año 2009

  • Notas

El pasado 17 de febrero, el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Lic. Amado Boudou, se presentó en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. El objetivo del encuentro fue que el funcionario nacional expusiera sus pareceres y puntos de vista acerca del sistema de seguridad social argentino y las implicancias de la trascendental reforma ocurrida durante el año 2008. Ofició como presentador del disertante el Lic. Juan Pablo Schiavi, titular de Administración Nacional de Infraestructura Ferroviaria.

Tras ponderar lo que a su criterio viene realizando el Poder Ejecutivo Nacional, el Lic. Amado Boudou destacó que en los últimos 80 años no ha habido un momento en el mundo que presentase la necesidad de abrir la mente y de pensar distinto cuestiones que parecían sagradas. En este ámbito, inscribió la importancia de repensar el sentido de la seguridad jurídica, del rol del Estado y, en definitiva, del modo de organización de las sociedades. En tal sentido, sostuvo que existe la posibilidad de pensar una crisis sin resignarse a que nada dependa de nosotros.

A continuación, deploró la visión que, a su modo de ver, imperaba en la pasada década respecto a la seguridad social, al tiempo que entendió que ello tenía directa vinculación con las condiciones edilicias y laborales que existían en el organismo por aquel entonces. De esta manera, agregó que se contradecía el único sentido de la seguridad social: el de la solidaridad.

Seguidamente, se refirió a los orígenes de la actual crisis global y sus consecuencias para el sistema jubilatorio de capitalización, en el cual “el valor de las jubilaciones no está determinado por ninguna ley ni por la cantidad de aportes (sino) por el valor de la cartera de activos financieros que cada uno `tenía’ producto de haber aportado a una AFJP”. En consecuencia, afirmó que el sistema se encaminaba hacia un colapso o a que el Estado debiera poner las diferencias para que la gente pudiera recibir sus jubilaciones y pensiones. Por ello, y teniendo en cuenta que estaban las condiciones dadas para pensar distinto, no tener miedo a las reacciones del mercado y librar una de las batallas de política económica y social más estratégicas del ciclo.

Para concluir, aseveró que el nuevo sistema jubilatorio, implantado tras la reforma legal del pasado año, constituye un importante salto en calidad institucional y de ciudadanía.