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Año XXI - Edición 371 21 de abril de 2022

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Alfonsín, el presidencialismo y la consolidación de la democracia

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La Cátedra libre Democracia y Estado de Derecho Dr. Raúl Alfonsín llevó adelante, el pasado 31 de marzo, la actividad “Alfonsín, el presidencialismo y la consolidación de la democracia”.

En esta ocasión, expuso Miguel de Luca (profesor titular de Teoría del Estado de la Facultad) y presentó Mónica Pinto (profesora emérita de la Facultad). “Estamos acá para celebrar la vida de quien fue presidente de todos los argentinos y cuya trayectoria desde la Presidencia de la Nación tuvo un impacto institucional muy fuerte en nuestro país y dejó marcada a una generación, en la que me incluyo, por ayudarnos a recuperar la atmosfera democrática y las instituciones de la democracia”, introdujo Pinto y luego compartió unas líneas de Raúl Alfonsín sobre la democracia y el derecho en Fundamentos de la República Democrática. También recordó sus palabras en el cierre de campaña en el Obelisco: “Ahora somos nosotros, el conjunto del pueblo, quienes vamos a decir cómo se construye el país y que nadie se equivoque, que la lucha electoral no confunda a nadie. No hay dos pueblos. Hay dos dirigencias, dos posibilidades, pero hay un solo pueblo”.

“Conocemos bastante sobre la actividad de Alfonsín como político en la práctica política, con una agenda determinada específicamente referida a la problemática de la transición y la consolidación de la democracia”, comenzó diciendo Miguel de Luca. Sin embargo, compartió: “Se conoce muy poco o casi nada sobre el aporte, el impulso y la iniciativa de Raúl Alfonsín a discutir la reforma de las instituciones democráticas y por eso la trayectoria o el hilo argumental de mi exposición va a girar en torno a esta cuestión: a cómo Alfonsín sentó algunos importantes antecedentes y promovió la discusión sobre las instituciones políticas en un marco democrático”.

Luego trazó un paralelismo con la vida de Juan Linz. “Las biografías de Juan Linz y de Raúl Alfonsín pueden trazarse de manera absolutamente paralela porque así como Alfonsín nace en marzo de 1927 en Argentina, apenas seis meses antes en la Navidad de 1926 nace  Juan Linz en Bonn, Alemania”, indicó y argumentó: “Señalo este paralelismo porque en la producción intelectual y académica de Juan Linz van a estar presentes desde el vamos, y durante toda su trayectoria académica, las preocupaciones en torno a la democracia, sus riesgos, sus peligros y la amenaza de las experiencias del autoritarismo”.

Más adelante, desarrolló: “El estudio sobre los regímenes autoritarios y el análisis sobre los motivos de la caída de las democracias tanto en América Latina como en Europa sirven de antecedente directo a un artículo fundamental de Juan Linz del cual se conoce una primera versión en 1978. Ese trabajo de Juan Linz se llama Presidencialismo vs. parlamentarismo. ¿Hay alguna diferencia?”.

En este marco, detalló: “Esta obra de Juan Linz tiene un impacto inmediato sobre la academia, abre un llamado directo a toda una serie de reflexiones de distintos especialistas, desde constitucionalistas a juristas destacados en el campo del derecho político y, obviamente, también a politólogos”.

Tras hacer un análisis de los efectos de las ideas de Juan Linz en Chile, Uruguay y Brasil, el orador se enfocó en lo sucedido en Argentina. “Mientras tenemos en todos nuestros países vecinos algún tipo de debate constitucional, Argentina es no solamente pionera, sino que presenta una discusión de avanzada y en esa discusión de avanzada está la iniciativa de Raúl Alfonsín”, analizó.

Asimismo, recordó que Alfonsín, a la hora de crear el Consejo para la Consolidación de la Democracia, tuvo en mente la experiencia de la Cuarta República en Francia y, sobre todo, del pasaje de la Cuarta a la Quinta República y la propuesta de reforma constitucional que llega en ese país en 1958 de la mano de [Charles] de Gaulle en donde luego de un intenso debate de Gaulle sienta las bases de un nuevo régimen político que perdura hasta el presente”.

Hacia el final, subrayó: “Tenemos más que presente el legado de Alfonsín. No solo a esa invitación a discutir las instituciones de la democracia en términos académicos o teóricos, sino también en términos exclusivamente prácticos”. Y concluyó: “Si quienes están ahora estudiando Derecho en nuestra Facultad quieren indagar acerca de las motivaciones de los argumentos, de los intereses, de por qué se reformó tal o cual artículo de nuestra Constitución Nacional, de por qué se cambiaron algunos dispositivos institucionales que hacen a la armazón del gobierno, una fuente directa y absolutamente recomendable son las obras del propio Alfonsín destinadas a esta cuestión, pero también, y sin lugar a duda, aquellos reportes del Consejo para la Consolidación de la Democracia que establecieron un debate de altísima calidad con uno de los académicos más prestigiosos como es el propio Juan Linz”.

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