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Año X - Edición 179 14 de julio de 2011

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Administración de Tribunales en un Mundo Globalizado

  • Notas

El 1º de julio se llevó a cabo en el Salón del Consejo Directivo una conferencia titulada “Administración de Tribunales en un Mundo Globalizado”, a la cual asistió el Dr. Jeffrey Apperson, en su calidad de expositor. Apperson, además de presidir la Asociación Internacional para la Administración de Cortes (IACA por sus siglas en inglés), es también Vicepresidente de Programas Internacionales del Centro Nacional de Cortes Estatales. Es dable destacar que IACA es una organización internacional especializada en la mejora continua de la gestión y administración de los tribunales.

El evento fue organizado en forma conjunta por la Carrera de Especialización en Administración de Justicia y la Maestría en Magistratura. Por otro lado, se contó con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica. Participaron activamente de la organización de esta conferencia el Dr. Julián D. Ercolini, Director de la Carrera de Especialización en Administración de Justicia y el Dr. Alberto Dalla Via, Director de Maestría en Magistratura.

Las primeras palabras de Jeffrey Apperson estuvieron destinadas a explicar brevemente su paso por la docencia universitaria, como así también su desempeño en el ejercicio de la profesión. En otro orden de cosas, observó la evolución del derecho a lo largo de los años, especialmente en lo concerniente a la administración de justicia.

Comentó que en los últimos seis meses había tenido la posibilidad de recorrer alrededor de 21 países de todo el mundo, lo que le ha permitido forjar una visión global de lo referente a la administración de tribunales y de justicia en el mundo.

A su vez, creyó necesario resaltar que el estudio del modo en que se administra justicia es esencial para que todo ciudadano tenga las mismas posibilidades, es decir, que las minorías puedan integrarse al resto de la comunidad, sin resignar derechos garantizados legislativamente.

En los distintos lugares a los que ha tenido el privilegio de visitar pudo organizar conferencias internacionales, en las cuales colegas de distintos puntos del planeta debatieron sobre el modo en que se organiza una estructura judicial a nivel local y nacional a fin de lograr que ésta sea realmente eficiente y accesible a todos los sectores de nuestra sociedad.

Aclaró que desde la asociación que preside se propone bregar por un sistema judicial más inclusivo, transparente y robusto. Así recordó su paso por el devastado país caribeño de Haití, en donde según el expositor se conservan aún las esperanzas de desarrollo. En otras palabras, se mantiene allí incólume el deseo por contar con instituciones fuertemente consolidadas, aptas para la satisfacción de las necesidades de los pobladores. Por otro lado, señaló que a la brevedad deberá viajar rumbo a Irak, a sus principales ciudades, con el objeto de reunirse con algunos magistrados de la región y así instruirlos en nuevas metodologías capaces de beneficiar su sistema judicial.

Para el caso concreto de la Argentina, destacó qua ya se ha reunido con varios magistrados del país, muchos de ellos responsables de la administración de los tribunales argentinos. Según palabras del propio expositor los mismos se mostraron deseosos de querer aprender nuevas herramientas para poder avanzar en la calidad de nuestros tribunales.

“En mi opinión, Argentina es único porque comparte una Constitución muy similar a la nuestra (por la norteamericana), considerando especialmente la estructura de los poderes del Estado”, explicó Apperson. Aunque admitió que el sistema de check and balances o de pesos y contrapesos posee algunas diferencias determinantes en comparación con el caso norteamericano. A pesar de ello, agregó que la Argentina posee un gran potencial, pudiendo ser para el resto del mundo un modelo a seguir, siempre y cuando se continúe trabajando en pos de un sistema judicial fuerte e influyente, cuyo poderío esté equiparado al resto de los poderes del Estado.

De hecho, confesó ser partidario de un Poder Judicial robusto en el que sus miembros estén alejados de la política partidaria. Esto último, implica un medio por el cual es posible asegurar, proteger y respetar el derecho de las minorías, evitando que la voluntad de las mayorías elegidas pueda promover la inobservancia de los derechos de dichas minorías. Es el Poder Judicial quien está apto para contener los deseos de opresión de una mayoría democráticamente elegida por sobre los derechos y necesidades de una minoría. Todo ello se logra según Apperson a través de un equilibrio entre los diferentes poderes del Estado, como así también, con una necesaria libertad de prensa como elemento esencial para la consolidación de una democracia más inclusiva y equitativa. Se refirió a la prensa como un “cuarto poder” que suele estar debilitado y constantemente sufriendo de maltratos varios.

En lo referido a las formas de fortalecer el Poder Judicial enseñó que aún es mucho lo que se debe hacer. Se deberá prevenir de vacíos, repensar el rol asignado a los jueces, sabiendo que estos requieren de una mayor flexibilidad para dedicarle una mejor atención a los problemas más urgentes. También, subrayó la imperiosa necesidad de avanzar sobre una estandarización de los procesos judiciales, para evitar injustos trastornos en las partes involucradas.

En otro sentido, no pudo dejar de referirse a la insoslayable relevancia de las nuevas tecnologías en el sistema judicial, habiendo ya modificado notablemente la práctica del derecho. Habrá, según el disertante, que armonizar dichas prácticas no sólo en el ámbito nacional. Esto último se explica a raíz del fenómeno de la globalización y la internacionalización de los conflictos. Con un mundo que constantemente se nos vuelve más pequeño habrá que intentar homogeneizar los procesos en los distintos puntos del globo.

Por ejemplo, en los Estados Unidos el uso del papel se ha reducido notablemente a partir del surgimiento de las nuevas tecnologías, especialmente de la Internet que ha permitido digitalizar los registros de cada tribunal. De este modo, se democratiza el acceso a la justicia, evitando con mayor éxito las maniobras delictivas y otras corruptelas entre partes y magistrados. El acceso a la información pública como un derecho de todos se vuelve posible a través de un monitoreo más eficiente de las actividades judiciales y la confección de estadísticas confiables que sean una fiel imagen de la operatoria del sistema judicial.

“En mi opinión Argentina es único porque comparte una Constitución muy similar a la nuestra (por la norteamericana), considerando especialmente la estructura de los poderes del estado”, sostuvo Apperson.