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Año XI - Edición 206 27 de diciembre de 2012

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Acto académico en conmemoración del centenario de la sanción de la Ley Sáenz Peña

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El 14 de noviembre se efectuó un acto académico en conmemoración del centenario de la sanción de la Ley Sáenz Peña. Previo a la ronda de exposiciones, Alberto Dalla Via realizó una breve presentación indicando que la ley 8.871 es una de las pocas normas en la historia argentina que tiene nombre y apellido, la ley Roque Sáenz Peña. Dalla Via consideró que fue transcendente ya que representó una revolución pacífica y afirmó que “la ley completó la incorporación de masas a la participación política y la posibilidad de pasar de una sociedad oligárquica a unas sociedad más representada, algo que estaba muy pendiente en los tiempos del centenario de la República”. A partir de esta ley, el control de las elecciones y el escrutinio de los sufragios en Argentina estuvieron a cargo de los jueces. Para dar lugar a los expositores, concluyó que con la reforma de 1994 la ley fue plasmada en el artículo 37 de la Constitución Nacional, donde se establece el voto secreto, universal y obligatorio.

En primer lugar, María Sáenz Quesada manifestó que la ley Sáenz Peña consistió en el aumento de la representación política en el país a través de nuevos comicios. Con la ley Sáenz Peña, los grupos tradicionales de poder tuvieron que enfrentarse a nuevos partidos que demandaban mayor participación en el gobierno y en la sociedad.

La reforma electoral comenzó a gestarse con el acuerdo entre el gobierno oficialista presidido por Roque Sáenz Peña con la principal fuerza de oposición liderada por Hipólito Yrigoyen. Bajo un contexto social en ebullición debido a las grandes oleadas inmigratorias y a la importación de ideas socialistas y anarquistas, Argentina se encontraba reinado por el fraude electoral y el amiguismo entre los miembros del PAN (Partido Autónomo Nacional), encabezado por el General Roca.

Al asumir la presidencia en 1910, Roque Sáenz Peña, miembro del ala modernista del PAN, consideraba imprescindible la sanción de una ley que finalizara con la corrupción electoral y la manipulación de los comicios. En base a la ley se estableció un sistema electoral proporcional y de lista incompleta que buscaba la correcta representación política donde se diera lugar a las minorías con el objetivo de controlar a las mayorías gobernantes.

Por su parte, Mario Justo López reconoció que la reforma política de Sáenz Peña es un claro ejemplo del largo proceso que sufrió Argentina hacia la transición a la democracia. El éxito de la ley se debió a un buen manejo de los tiempos políticos por parte de Roque Sáenz Peña ya que inmediatamente que se lo nombró Presidente de la República comenzó el trámite del proyecto de ley y la negociación con las provincias para que adecuaran sus leyes electorales. Así, las siguientes elecciones se llevaron a cabo bajo el nuevo sistema electoral.

El sistema electoral de lista incompleta, el voto secreto y el sistema de padrones electorales formaban parte de la doctrina argentina y fueron plasmados por Sáenz Peña en una norma coherente y efectiva que formaba un conjunto inseparable. Sáenz Peña buscó la celebración de elecciones regulares, libres y justas donde el voto secreto garantizara la eliminación de todo tipo de coacción sobre el ciudadano. Por su parte, el voto obligatorio aseguraba la asistencia de una gran cantidad de electores para llegar a comicios multitudinarios y así evitar la dominación y la corrupción política. Con respecto a la lista incompleta, era la base para asegurar la representación de las minorías víctimas del fraude ya que solo se necesitaba presentarse a los comicios y no requería obtener votos.

Para finalizar, Rosendo Fraga señaló que la ley constituye la reforma electoral más importante dentro en los 200 años de la Argentina. El proceso de sanción de la ley se gestó en 1902 con la reforma electoral que establecía el voto por circunscripción en la segunda presidencia de Roca, una tapa intermedia en 1912 con la sanción de la ley en sí misma y, por último, culmina con las elecciones de 1922 donde todas las situaciones provinciales del viejo régimen habían sido removidas por medio de intervenciones provinciales. Roque Sáenz Peña fue un gran político ya que supo articular los problemas sociales y políticos y siguiendo sus convicciones se planteó el objetivo de la sanción de la ley para reformar el sistema electoral y político de la nación. Fue uno de los pocos puntos de consenso absoluto.

La ley completó la incorporación de masas a la participación política y la posibilidad de pasar de una sociedad oligárquica a unas sociedad más representada, algo que estaba muy pendiente en los tiempos del centenario de la República”, indicó Alberto R. Dalla Via