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Año IX - Edición 166 16 de septiembre de 2010

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Acto académico en conmemoración del bicentenario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi

  • Notas

Con motivo de rememorar el bicentenario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, la Federación Argentina de Colegios de Abogados y la Comisión del Bicentenario, la Asociación de Docentes y el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UBA celebraron el día 31 de agosto un acto académico conmemorativo. El mismo se llevó a cabo en el Salón Azul y contó con las palabras de los Dres. Alberto Dalla Via, Carlos Alberto Andreucci, Tulio Ortiz y Alberto Spota. La coordinación estuvo a cargo de Manuel Quinteros.

Para dar inicio, el Presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, Dr. Carlos Alberto Andreucci, expresó su reconocimiento al bicentenario del nacimiento de Alberdi. Consideró oportuno recordar en estas celebraciones el día del abogado, pues se podía observar allí la visión del abogado que fue Alberdi. En tal sentido, rememoró cuando la Federación Argentina del Colegio de Abogados, el 19 de diciembre de 1958, propuso y aprobó la instauración de aquel día para que se celebrara el nacimiento de Alberdi. Así, estimó necesario que los abogados argentinos tributaran un gran homenaje al ilustre autor de Las Bases, su copiosa obra de publicista y jurisconsulto, con la cual había esclarecido los problemas del país en la época en que le tocó vivir, y que aún hoy conserva enseñanzas fundamentales para la convivencia pacífica.

“Fue un abogado que no ejerció en Argentina, sino que tuvo una destacada actuación en Valparaíso, Chile, donde luego de transitar por distintas circunstancias, ejerció activamente de abogado” precisó en un breve relato sobre la vida del prócer. “Allí es donde revalida su diploma de abogado con una de las grandes investigaciones sobre el pensamiento universal de un Congreso sudamericano, grandes lineamientos que imaginaba por encima de la organización nacional y, por sobre todo, sudamericana”, prosiguió el disertante.

Al referirse a la profunda influencia de Alberdi en el diseño constitucional de 1853, destacó que el ilustre se ajustó a un momento histórico, diseñando una Constitución que, más allá de la proclamación de derechos, tuvo una estructura económica, donde uno de sus grandes desvelos era el modelo rentístico de la argentina.

Continuando con esa breve reseña de la vida del ilustre, señaló que una de las cosas que más le daba placer era ejercer la abogacía, la protección de los derechos y la preocupación sobre cómo organizar una Nación en equilibrio y controlar el ejercicio del poder.

“Toda la crítica que él plantea es su propia autocrítica de un modelo que ideó en 1853, dándose cuenta después que la realidad lo deformó”, aseveró, a la par que citaba las palabras del propio Alberdi: “yo sostuve que gobernar era poblar, traer lo mejor de Europa, pero no vino eso, sino que en muchos casos vino lo peor de allí”.

“Muchas intrigas, muchas críticas, muchas depresiones hicieron que se volviera a Europa y falleciera, en 1884, finalmente en París”, indicó mientras culminaba su relato.

Subrayó, además, los ideales que Alberdi nos ha legado y aseguró que “su ejemplo cívico, democrático y republicano rescata la fortaleza de la profesión de abogado, por su nobleza, por la función que interpretó al ser abogado y sobre todo, por la preocupación en la defensa de los derechos de habitantes y ciudadanos”. Consideró entonces que “el diseño constitucional que nos legó ha permitido, aún con las confusiones y diversidades que la Argentina vivió en los últimos 200 años, tener un techo ideológico flexible, para que aquellos derechos de primera soporten los de segunda, los de tercera y toda la evolución que hoy le estamos dando a una constitución que no ha quebrado su estructura inicial y responde a ese pensamiento histórico de Alberdi”.

Posteriormente, tomó la palabra el Dr. Alberto Spota, quien hizo referencia al aporte realizado por Alberdi a la República Argentina, en tanto le ha ofrecido una respuesta superadora, en función de la trilogía dada por “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, “Elementos de Derecho Público provincial para la República Argentina” y “Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina”.

Aseveró, asimismo que, desde la perspectiva alberdiana, nuestra Constitución puede ser advertida como un instrumento jurídico de eminente carácter político, en función de que las provincias, en su antigua condición de Estados soberanos, renunciaron a su antigua soberanía, deviniendo en entes autónomos y dándose vida al Estado Federal. En este orden de ideas, destacó el sistema económico y rentístico planteado por Alberdi, como pretensión de mejorar las condiciones cualitativas y cuantitativas de la población argentina, trayendo pedazos vivos de Europa. “Alberdi, siguiendo el ejemplo de la Constitución californiana, quiso crear aquí las condiciones vivas para que el progreso se desenvuelva como tal en pos de mejorar las condiciones de vida del pueblo argentino”, expresó.

A su turno, el Dr. Tulio Ortiz resaltó las distintas facetas de la obra de Alberdi, subrayando que a ellas se une un hombre de extrema sensibilidad. Asimismo, afirmó que “es un hecho tremendamente significativo para nosotros, la gente de la Facultad de Derecho, que haya sido él quien pergeñó el primer plan estratégico para la ordenación de la inteligencia que habría de conformar el Estado Moderno argentino”.

Posteriormente, hizo alusión a nuestra Casa de Altos Estudios, refiriéndose a ella como protagonista de la historia argentina, por ser el ámbito donde surgen los intelectuales que influyeron sobre el régimen político que consolidó al pueblo argentino. “No en vano, trece de los presidentes de la Nación Argentina pasaron por nuestras aulas, hecho que ningún instituto universitario del mundo ostenta”, aseguró.

Para dar fin a su exposición, se refirió a la deuda de gratitud que tenemos con Alberdi, como argentinos, como hombres de Derecho, como egresados de esta Casa. “Como ha dicho alguien, pensó la Argentina para los próximos 100 años; otros vinieron luego y concretaron sus sueños, a ellos también nuestro reconocimiento”, concluyó.

Para finalizar a la actividad, tomó la palabra al organizador de la misma, el Dr. Alberto Ricardo Dalla Via, quien reconoció el esfuerzo que requiere la convocatoria para lograr una masiva concurrencia a esta clase de actos. “Así como para que una Constitución, una norma de derecho que nos reúna a todos, necesita de la creencia generalizada en su legitimidad, es difícil motivar a la República sin la fe en las personas que las formaron”, declaró.

“Para nosotros, la figura de Alberdi tiene un valor muy particular. No fue un catedrático, no fue profesor de esta Facultad, pero fue un hombre de Derecho y fundamentalmente, una personalidad en la cual su fe en el Derecho se consustanciaba por una concepción de la paz y del Derecho como instrumento de paz altamente significativo”, aseveró el disertante.

A su vez, remarcó que dicho acto se trataba de un homenaje, más que de un debate académico y advirtió la importancia de que los argentinos conozcan el texto de la Constitución para que sepan cuáles son sus derechos. Observó entonces que “si muchos jóvenes argentinos conocieran más a Alberdi, tal vez su espíritu se reconfortaría. Es cierto que Alberdi escribió mucho, pero lo que pocas veces se sabe es la claridad con la que escribía. Cuando uno acude a esos textos clásicos y ve la simpleza con la que se explicaban los problemas más complejos de la época, siente y se pregunta por qué nosotros hoy no podemos escribir o describir con igual claridad este tipo de problemas que hoy nos aquejan”.

Hacia el final de su exposición, recordó ese espíritu pacifista y de fe en el Derecho, y trajo a mención “El crimen de la guerra”, obra escrita por Alberdi, con motivo de la guerra del Paraguay. Allí propuso la necesidad de alguna instancia internacional para resolver los conflictos internacionales, en reemplazo del enfrentamiento bélico como mecanismo. “Ese fue Alberdi; y si algo hay que lamentar, es que esto sea desconocido para muchos de nuestros compatriotas”, expresó.

Por último, postuló que nada más justo que recordar a Juan Bautista Alberdi en el bicentenario de su nacimiento y mantener vivo su pensamiento, su ideal de unidad, que en definitiva se resume nada más y nada menos, que en el texto de nuestra Constitución Nacional.