¡Seguinos!

Año VII - Edición 127 17 de agosto de 2008

Buscar

Seminario Permanente sobre la Historia de la Facultad de Derecho. El derrotero de un intelectual en la primera mitad del siglo XX. Ricardo Levene entre la función pública, la docencia y la investigación

  • General

En el marco del Seminario Permanente sobre la Historia de la Facultad de Derecho, el 18 de junio pasado tuvo lugar una nueva reunión que contó con la disertación de la Prof. Martha Rodríguez. Como es habitual, el lugar de realización fue el Salón de Usos Múltiples del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja”.

En primer lugar, la expositora recordó que Ricardo Levene nació en la Ciudad de Buenos Aires el 7 de febrero de 1885, y falleció el 13 de marzo de 1959, reconocido como uno de los historiadores más relevantes del mundo cultural e intelectual argentino. Agregó que en los últimos dos años del primer quinquenio del siglo XX, Levene incursionó por única vez en la militancia política, apoyando a Pellegrini y su partido, separado de J. A. Roca. Asimismo, aclaró que sin estar demasiado convencido con la forma como se manejaba la política partidaria y oponiéndose a varios de los proyectos de ley que circulaban, abandonó rápidamente la militancia para dedicarse de lleno al mundo universitario y académico. En tal sentido, destacó que su primer trabajo académico de envergadura fue su tesis doctoral, Leyes sociológicas (1906), donde postuló la necesidad de estudiar los hechos sociales en su complejidad a partir de un abordaje ecléctico, tomando elementos de las diferentes corrientes sociológicas. De esta manera, explicó que en los años siguientes Levene se abocó a la tarea de acercar al sistema educativo las investigaciones y resultados sobre historia argentina que se llevaban a cabo en los claustros académicos.

Seguidamente, subrayó que la década del ´10 marcó su ingreso en la docencia universitaria y en la investigación sistemática. Durante las dos décadas siguientes, este historiador consiguió gran parte de su reconocimiento nacional e internacional. Destacó también que en 1938 se convirtió en presidente de la Academia Nacional de la Historia.

Tras la breve descripción personal, consideró que hacia 1940 “no sólo estaba en la cumbre de su carrera profesional y desempeñaba múltiples cargos en diferentes instituciones, sino que ocupaba un lugar relevante en el mundo cultural argentino”.

Por otra parte, entendió que fue un admirador de la tradición liberal y que tuvo una gran confianza en el destino de la Nación Argentina; “para él la historia era la pedagogía nacional por excelencia”. De esta manera, resaltó el hecho de que no haya sido casual que Ricardo Levene desplegara un complejo programa de acción desde varias instituciones,  incluyendo archivos, museos, monumentos, libros de texto, enseñanza de la historia, publicaciones, precisamente en la década, en que se consolidó el proceso de profesionalización de la historia.

Para la disertante, lo extraño es que aquel dispositivo desplegado hacia fines de los años 30’ y consolidado en el primer quinquenio de la década siguiente, no fuera rápidamente desarticulado por el peronismo al llegar al poder, máxime teniendo en cuenta la importancia que para éste revestía el control de los mitos y símbolos nacionales. Por ello, sostuvo que una mirada profunda demuestra que a pesar de los sucesos, Ricardo Levene logró mantener su posición académica e institucional durante la década que se extiende entre 1945 y 1955, sumando a sus cargos otras funciones en la órbita nacional y provincial.

Finalmente, señaló que, si a partir de 1951 comenzaron a percibirse ciertos roces entre el Poder Ejecutivo y algunas de las instituciones que él presidía -los cuales se tradujeron en un progresivo debilitamiento de las posiciones de estas-, ninguno de los enfrentamientos tuvo que ver estrictamente con su discurso histórico, sino que parecieron ser conflictos institucionales y políticos.