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Año X - Edición 183 06 de octubre de 2011

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En octubre del año pasado, la Secretaría de Investigación de la Facultad presentó al Consejo Directivo una propuesta de creación de cuatro nuevos Programas, destinados a vincular la investigación con la enseñanza de grado. La iniciativa se enmarcó en dos de los objetivos planteados por la gestión de la Decana Mónica Pinto: enriquecer las actividades de investigación en la Facultad y buscar la excelencia en la calidad del conocimiento como meta de la enseñanza. La propuesta fue aprobada por el Consejo Directivo en su Resolución (CD) 499/10, donde se destacó, entre otras cuestiones, que el ejercicio profesional de la abogacía, en cualquiera de sus facetas, requiere la realización de tareas de investigación, y que, por lo tanto, el perfil práctico de la carrera de Abogacía debe complementarse con el fomento de la docencia y la investigación.

Uno de los programas creados en este marco fue el de “Estudiantes Adscriptas/os a Actividades de Investigación”. Implementado desde el primer cuatrimestre de este año, el programa permite que los estudiantes de grado colaboren en alguna actividad de investigación acreditada que esté llevando a cabo un profesor regular de la Facultad -por ejemplo, buscando bibliografía e información, verificando fuentes, aportando sugerencias sobre el trabajo, etc.- y reciban puntos del CPO por sus tareas.

Cada cuatrimestre, la Secretaría de Investigación convoca a los profesores-investigadores que estén interesados en contar con la asistencia de un estudiante durante el período siguiente. En sus presentaciones, los docentes indican el título y un breve resumen del trabajo de investigación en el que necesitarán la colaboración del alumno. Una vez cerrada la convocatoria para profesores, se abre la convocatoria para estudiantes. En esa ocasión se publica en el sitio web la información provista por los docentes, para que los alumnos conozcan las diferentes propuestas y se postulen para colaborar investigando sobre las temáticas que les interesen.

Los docentes-investigadores están a cargo de seleccionar al adscripto entre los postulantes (que deben contar con un promedio de 7 puntos y tener las 14 materias del CPC aprobadas), de dirigir su actividad durante el cuatrimestre, asignándole las diferentes tareas de colaboración y, finalmente, de aprobar o desaprobar la adscripción del alumno.

De esta forma, el programa fomenta, por un lado, la participación de estudiantes de grado en actividades de investigación y, por otra parte, la formación de recursos humanos por parte de los docentes-investigadores. Además, y al igual que en otros programas creados por la Resolución (CD) 499/10, el Programa de Adscriptos otorga a aquellos estudiantes que lo aprueben 2 puntos en el Departamento de su director.

Durante el primer cuatrimestre de este año, participaron del Programa 16 estudiantes, todos los cuales fueron aprobados. Actualmente, durante este segundo cuatrimestre, son 14 los estudiantes que están trabajando junto a docentes-investigadores de la Facultad en el marco del Programa.

La Dra. Luciana Scotti, quien dirige adscriptos desde el comienzo del Programa, comenta que éste tiene una doble función: por un lado, “la labor que realizan los adscriptos es de mucha utilidad para los docentes, dado que al asignarles tareas de búsqueda bibliográfica, en bases de datos, bibliotecas, incluyendo realización de encuestas y recolección de materiales e información conducente a la investigación, facilitan y agilizan significativamente los primeros pasos de todo proyecto y permiten que el docente, con la valiosa contribución del adscripto, pueda abocarse a la sistematización y procesamiento de los materiales recolectados”. Pero además, explica Scotti, el Programa de Adscriptos “constituye un primer paso para aquellos estudiantes que tienen vocación para la investigación. Es un instrumento idóneo para encauzarlos en un camino, para una amplia mayoría inexplorado hasta el momento, que puede llevarlos a conocer investigadores, familiarizarse con sus labores, participar en actividades del Instituto ‘Ambrosio Gioja’ y en aquellas que promueve la Secretaría de Investigación, integrar proyectos acreditados institucionalmente, e incluso, presentarse a becas de investigación financiadas por la UBA o el CONICET”.

En ambos aspectos coincide la Dra. Marisa Herrera, quien junto a sus dos estudiantes adscriptas ha trabajado en la redacción de un capítulo de un libro sobre técnicas de reproducción humana asistida, y en el diseño de protocolos base para la realización de un trabajo de campo con respecto a la misma temática. Herrera sostiene que “la implementación de la figura de los alumnos ‘adscriptos’ ha sido un verdadero ‘hallazgo’; entendido -según lo expresa el diccionario de la Real Academia en una de sus acepciones- como el arte de ‘descubrir o inventar lo que hasta entonces es desconocido’”. Y luego explica la importancia del Programa: “Para los docentes investigadores (o que al menos intentamos serlo), en esta búsqueda constante por ir más allá de lo dado, se vuelve necesario no caer en un trabajo solitario y, precisamente, este tipo de Programas incentiva el desarrollo de la investigación con una impronta de grupo e interacción. Pero no sólo eso; a la vez, permite focalizar en la importancia de generar conocimiento desde la enseñanza de grado, incentivando a los alumnos desde su formación a que la investigación puede ser un lugar de pertenencia desde el punto de vista laboral o más todavía: una ‘decisión de vida’”.

Nadia Uman, la estudiante que actualmente está realizando su adscripción bajo la dirección de Herrera, comenta su propia experiencia: “Aunque todavía estoy trabajando en mi primer proyecto, anticipo que el Programa me va a servir para seguir apostando a trabajar como investigadora en un futuro. En lo que va de la experiencia, ya me ha servido para repensar mis futuros estudios de posgrado y qué me gustaría hacer una vez recibida. También sé que esta práctica será muy útil al momento de postularme para futuros trabajos de investigación e inclusive becas para continuar con mis estudios”. Y luego añade: “se trata de una experiencia completamente diferente de toda la carrera, de la cual pueden beneficiarse todos los alumnos, más allá de su orientación o de cómo quieran ejercer la profesión una vez recibidos. A través de estos proyectos no sólo se aprende acerca de ‘la investigación’, sino que se adquiere una manera de pensar el derecho con ojos críticos, de cuestionarse la realidad y romper con la rutina de incorporar supuestos conocimientos que son solamente la enunciación y repetición del estado actual de las cosas”.

Actualmente se encuentra abierta la convocatoria para docentes-investigadores que quieran contar con un estudiante adscripto en el primer semestre de 2012. La novedad en esta oportunidad es que los docentes no solamente podrán contar con la colaboración de un estudiante durante el primer cuatrimestre (marzo-junio), sino que además tendrán la posibilidad de trabajar junto a un adscripto durante el verano (diciembre-febrero).

La convocatoria para estudiantes, en tanto, se abrirá el 31 de octubre -con la publicación de las propuestas de los docentes-investigadores- y cerrará el 28 de noviembre de 2011, teniendo luego los profesores dos semanas para elegir a sus adscriptos.